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Naruto quería obligar a Hinata a regresar a su casa pero Kushina y el propio pequeño Naruto impidieron eso. En especial éste último ya que quería por todos los cielos probar el ramen vegetariano de su futura esposa o los vegetales con sabor a ramen.

Para sorpresa de todos Hinata parecía un pez en el agua cuando de cocina se trataba, era una excelente cocinera pero sobretodo la razón por la que podía hacer eso era que tenía sus recuerdos del futuro, cocinar con amor para su familia definitivamente era un recurso importante para ella. En tanto eso pasa Kushina estaba fascinada con su nuera, no era como si le fascinara la idea de que su bebé ya estuviera en edad de tener su primera novia pero definitivamente Hinata era una de las niñas más lindas y amables que había conocido, aunque difiriera en cuanto lo que quería para su hijo en un inicio, sin temor a equivocarse ella era lo que Naruto necesitaba, no alguien como ella, esa tal Sakura era el ejemplo perfecto, Sakura se parecía demasiado a ella misma y le molestó en gran manera ver lo que una chica como ella podría hacer sufrir a su bebé.

Minato estaba con sus dos hijos, por así decirlo, mientras arreglaban el lugar, era un chiquero ayer pero nadie tenía la suficiente voluntad para ordenar el lugar.

La verdad Minato no era alguien para hablar, sí por fuera era básicamente perfecto, las mujeres morían por él, (y nadie las culpa) pero no sabían del gran defecto del Kage, era un desordenado del tamaño del continente elemental. Había pagado a gennis para arreglar su casa algunas veces cuando era adolescente, en especial porque no tenía tiempo para hacerlo él mismo, y únicamente del sexo masculino, su ropa había desaparecido un par de veces cuando las chicas se acercaron a su casa, fue el colmo que tuviera que utilizar una técnica de henge para ir a la tienda y comprar un nuevo conjunto de ropa interior.

Eso se había terminado cuando él se mudó con Kushina a su apartamento, dicho sea de paso era la herencia de lady Mito, sabía que a Kushina le gustaría tener su propio lugar así que ella pagó el lugar para la chica. Después de eso ambos se complementaron de una manera inimaginable, aunque de alguna manera era como si Minato fuera la esposa y ella marido a pesar de que Minato era quien salía más del pueblo pues debido al kyubi Kushina no podía alejarse de la Barrera del sello.

Los Narutos habían discutido un poco por el desorden aunque así había sido el séptimo pero ya no lo recordaba.

De repente tocaron a la puerta y dijeron "La leche" a lo que ambos Naruto se vieron confundidos ya que ellos no contaban con el servicio de entrega.

Al abrir la puerta los rubios se encontraron con una de las imágenes más sub-reales que habían presenciado.

Una chica de cabello rosa estaba cargado cajas de leche mientras vestía un leotardo de expandex rosa brillante como su cabello y traía calentadores de tobillos blancos y usaba su banda de la hoja como cinturón.

La chica tenía la cara roja, no sabía si era por vergüenza o enojo ya que los Naruto intentaban con todas sus fuerzas no reírse.

Si se ríen los mato dijo Sakura con una voz de ultratumba.

El viejo Naruto no pudo más y se echó a reír seguido por un aún más ruidoso genin Naruto.

Ya basta dijo la chica con la cara hecha una remolacha.

Jajajaja! Por Kami, necesito una fotografía dijo el ninja mayor.

Pero qué te pasó? Preguntó el pequeño Naruto intentando en vano detener sus carcajadas.

Sakura bufó molesta pero se dignó a responderle. "Fui a ver a kurenai y hablábamos mucho sobre un entrenamiento especial, pero después de eso..."

Después de una explicación Sakura había sido invitada a la sala para desayunar aunque ella se negó pues tenía que terminar de repartir la leche aunque si aceptó un vaso de jugo.

La Pequeña Nueva Sombra del fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora