Capítulo VIII. //La Pequeña Alice//

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Olivia Peterson

10:30am

  Me Parece muy extraña la inasistencia de Samir a clases, ayer no vino porque estuvo ayudando a sus padres en la empresa.  Pero hoy no ah venido, me dijo que la próxima vez que faltará a clases me avisaría, pero a lo que va de mañana nisiquiera me ah llamado.

¿Qué está pasando contigo Samir Adriano?......

Samir Hernández

10:30am

Hoy no asistí al instituto por mis moretones, son demasiado notables y prefiero quedarme aquí en casa y evitar las miradas y preguntas por parte de todos.

No eh podido contactarme con Olivia y debe ya estar preocupada porque hoy tampoco asistí al instituto.

  Pero es casi imposible contactarme con ella. Mi mamá vino anoche y me quito mi celular y los aparatos electrónicos con el cual pudiera contactarme con alguien más.  Según ellos, yo estoy siendo convencido por otras personas para actuar en contra de ellos y llevar la empresa a quiebra.  Es tan Difícil para ellos aceptar que están haciendo el mal, que prefieren culpar al todos a su alrededor.

  Y aquí estoy, solo en mi habitación, sin comunicación, sin poder salir nisiquiera a la cocina de mi casa, y lo peor de todo; sin ninguna compañía por parte de nadie.

  Aprovecho que mis padres están en la empresa y María Carmen está limpiando el garage.   Así que tomo mi mochila, guardo en ella un poco de ripa y voy a la cocina por comida.

Salgo de mi casa sin avisarle a nadie, y solo camino por las calles de la ciudad sin ningún rumbo fijo.

  Paso así el resto del día, hasta que veo como se está poniendo el sol, debo pensar en dónde dormiré hoy. No pretendo regresar a casa por al menos unos dias. Así que decido quedarme en el parque y me siento en un banco, tan solo a mirar el cielo y las estrellas que apenas se pueden apreciar.

  Se hace de noche tan pronto y ya puedo sentir la fría brisa arrasando con el poco calor que queda en mi.

  Saco de mi mochila una sudadera grande que tengo y una cobija pequeña para cubrirme del frío.

  Son aproximadamente ya las 10 de la noche y todo está totalmente silencioso.

  Veo como se acerca lentamente una niña hacia mi, y se sienta en el espacio vacío al lado del banco.

  Lleva puesto unos pantalones y una sudadera rosada muy tierna.

–Hola–.

–Hola, Princesa, ¿Cómo te llamás?–.

–Mi nombre es Alice, ¿Y tú?–.

–Me llamo Samir–.

–Pero que Bonito nombre tienes... Samir–.

–Lo mismo digo pequeña–.

–¿Qué haces aquí tan solo?–.

–Pues no tengo a dónde ir, así que pasaré la noche aqui–.

–Entonces, Bienvenido a Casa Samir–.

Decir eso me parte el corazón, es una niña tan pequeña, con tantos caminos aún por recorrer, es injusto que desde tan temprana edad, tenga una vida tan ruda. Pero Al final todos estamos aquí por un propósito y siempre hay una razón para cada cosa.

–Así que vives aquí, ¿No es sierto?–.

–Si, me encanta vivir junto a los árboles y poder apreciar la compañía de los animalitos del parque. Aunque aveces es triste no tener nada para comer, pero se que algún día estaré en un lugar mejor–.

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