Imp. Ruso: Bien, les resumiré las reglas -dijo mirando a los dos pequeños dentro de la habitación desde el marco de la puerta-. No pueden abandonar la habitación hasta la hora del desayuno, no pueden pelear, si los veo con moretones me enfadare -advirtió con el ceño levemente fruncido-. Nada de bocadillos nocturnos -dijo mirando al pequeño alemán, escuchó a Urss reír bajito-. Y nada de leer hasta la madrugada -con tono y expresión seria miró a su hijo, este solo soltó un pequeño gruñido dejando de reír-. ¿Alguna duda?
ThirdReich: ¿Baño? -preguntó atreviéndose a mirar al adulto-.
Imp. Ruso: -apuntó una puerta dentro de la habitación-. Ese de ahí es el baño, así que no tendrán problemas en ese sentido -vio al pequeño alemán sonreír-. ¿Algo más?
ThirdReich y URSS: No... -dijeron al unísono, se miraron, fruncieron el ceño y se dieron la espalda mutuamente-.
Imp. Ruso: Entonces es todo -se dio la vuelta para salir-. Les recuerdo que si rompen las reglas recibirán un castigo mucho peor a este -los miró de reojo por sobre su hombro con ojos terroríficos, los pequeños se espantaron-. Спокойной ночи дети -(Buenas noches niños) Y así cerró la puerta por fuera con pestillo-.
Los dos pequeños se quedaron en silencio una vez se fue el mayor, el menor de ambos soltó un pequeño suspiro acercándose a la cama que tenía su pijama doblado encima, el ruso lo miró extrañado.
URSS: ¿Qué vas a hacer? -se acercó un poco-.
ThirdReich: ¿Qué no es obvio? Dormir -respondió un poco seco mientras desabotonaba su camisa, aunque se detuvo en el segundo botón-.
URSS: ¿Qué tienes? -preguntó extrañado-.
ThirdReich: N-Nada... -tomó su pijama y se dirigió al baño, ignorando el pequeño rubor en sus mejillas, se encerró ahí para luego cambiarse-.
URSS: -solo lo miro confundido y decidió cambiarse a su pijama también-.
El alemán salió del baño después de unos minutos con su pijama bien puesto y su ropa doblada perfectamente en sus manos. Se acercó a su cama dejando la ropa a los pies de esta y finalmente se subió a ella para seguido taparse con las mantas. El ruso había dejado su ropa estirada a los pies de la cama también, se subió a su cama de un salto y se tapó con las mantas. La luz de la lámpara sobre la mesita de noche en medio de ambas camas (que las separaba) estaba encendida y no había ni un solo ruido en esa habitación, el ruso miraba el techo con notable aburrimiento, mirando de vez en cuando al alemán con quien compartía habitación y que ahora le daba la espalda intentando dormir.
URSS: ThirdReich... -susurro, aunque muy audible-. ¡ThirdReich! -dijo un poco más alto cuando no recibió respuesta-.
ThirdReich: ¡Ugh! -se quejó arropándose más con las frazadas-.
URSS: ThirdReich... ¿Estás despierto? -dijo aun mirando al menor, esperando su respuesta-.
ThirdReich: -tomó una de las almohadas de su cama y se la lanzó de lleno en la cara-. ¡¿Cómo quieres que no lo esté si no te callas?! -dijo con molestia-.
URSS: -soltó una risita quitando la almohada de su cara para devolvérsela en el rostro al alemán-. No lo sé, tu dime -rió por el gruñido que soltó el menor-.
ThirdReich: ¡Eres un tarado! -le devolvió la almohada-.
URSS: ¡El que lo dice lo es! -lanzó la almohada en respuesta-.
ThirdReich: ¡Mundo al revés! -lanzó la almohada-.
URSS: Touché -recibió un almohadazo en la cara, pero el alemán también-.
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Lo que el destino depara. T1
Ficción histórica//RESUBIDA// Reich, un joven que tomó el poder luego de la desaparición de su hermano mayor Weimar, se encuentra de cara con las dificultades de mantener a una nación prácticamente en la ruina luego de la guerra en la que su padre participó. Hasta q...