2DO LIBRO DE FAVORITE.
Hicimos mucho daño.
Fueron sus decisiones y las mías, las que crearon un tornado que destruyó a todos.
Ya no estaba en la etapa de conocerlo, ya sabía quién era y lo que me hizo. Sabía que estaba tan podrido por dentro como...
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Mordía mis uñas con nerviosismo, algo que no hacía hace mucho tiempo. Escuchaba a los chicos moverse a aquí a allá, alistando sus maletas y preparando más cosas para llevar, hablaban entre ellos y jugueteaban con un ambiente ligero pasando alrededor.
Quería estar igual, pero la verdad era que los nervios me estaban matando y no podía concentrarme, ni siquiera sabía qué ropa estaba metiendo a mi pequeña maleta. No tenía idea de nada.
—Tu cepillo de dientes— Doyoung sacó su cabeza desde el baño y lanzó el objeto, pasando por encima de mi cabeza y llegando perfectamente a las manos de Haechan, quien lo guardó en su estuche antes de meterlo a su maleta.
—Toma, Leia— Johnny se acercó a mí y me ofreció un termo, lo abrí sintiendo el fuerte olor a sangre, agradeciéndole en voz baja antes de tomar un gran sorbo.
—Creo que deberíamos ir saliendo—Jungwoo informó, viendo el bonito y costoso reloj en su muñeca.
07:30 pm.
Nuestro vuelo sería dentro de poco, así que él estaba en lo correcto, era hora de irse. Me levanté con pesadez del sillón, sintiendo mis piernas temblar, y caminé con lentitud a la puerta, apoyándome en ésta y mirando a los chicos terminar de ordenar sus cosas.
—Preparé esto para ti— Minjeong salió de una de las habitaciones, acercándose con una caja de madera.
—Gracias— susurré reconociéndolo al instante y agarrándolo con fuerza, ella me sonrió.
—Sé que estarás bien, eres muy fuerte unnie— me dio un fuerte abrazo, y yo le correspondí como pude, teniendo la caja en mis manos.
—Aliméntate bien, ¿sí? — le indiqué, ella asintió en respuesta.
—Nosotros estaremos al tanto de todo, los cuidamos desde aquí— aseguró guiñando un ojo.
Minjeong había sido convertida por Mark hace tres años, luego de que la encontrara en situaciones deplorables. Recuerdo que casi lloro cuando fui a verla en un contenedor, donde la pusieron para que pueda pasar su transformación sin lastimar a nadie, y con suerte, salir viva.
La mitad de los humanos no sobrevivían a la transformación. El veneno de los vampiros era tan destructivo que era muy difícil pasar por ese proceso, te destruía todos los órganos, molía tus huesos y borraba tus recuerdos para volver a re-construirte en algo nuevo. La mitad que sobrevivía todavía tenía la prueba de los primeros días, donde una sed incontrolable te convertía en algo irreconocible hasta para los vampiros de nacimiento. Muchos llegaron a comerse a sí mismos.
Estuve con Minjeong por tres semanas, quedándome afuera del contenedor y aguantando la lluvia y el sol para poder asegurarme de que seguía respirando. Fue claro el momento en que su corazón dio un último latido antes de detenerse para siempre. Dos días de puro silencio que me mantuvo sin calma, hasta que sus chillidos por hambre me hicieron caer de rodillas en el piso, aliviada de que haya logrado sobrevivir a la transformación.