13

1.1K 142 38
                                        

Me refugiaba en los brazos de Haechan, mientras él me abrazaba con fuerza y susurraba cosas que no entendía en mi oído

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me refugiaba en los brazos de Haechan, mientras él me abrazaba con fuerza y susurraba cosas que no entendía en mi oído.

Quería saber qué pasaba por su mente, pero no podía enfocarme en otra cosa que no fueran mis pensamientos y mi mente toda atolondrada.

Mis ojos estaban cristalizados, más ninguna lágrima podía salir, porque mi odio no me lo permitía.

¿Pero de verdad odiaba a Jaehyun?

No sabía si podía tener un sentimiento tan fuerte y macabro contra ese hombre, porque cada vez que lo veía, solo recordaba el daño que me hizo.

Y el dolor llegaba a opacar cualquier otra cosa.

Todavía recordaba la manera en la que me miró antes de irse del restaurante. Tan retador, queriendo que me acerque y sabiendo que no podría hacerlo.

—Creo que deberíamos cambiar de estrategia— en algún punto escuché a Johnny, hablando con los demás.

—Es cierto, esto le está afectando mucho.

—Estamos siendo muy egoístas.

—No— aclaré mi voz, llamando la atención de todos —No cambiaremos de plan.

Taeyong me miraba fijamente y con preocupación en sus grandes ojos. Lo ignoré, separándome de Haechan.

—Leia...

—Él ya sabe lo que busco— interrumpí a Haechan, con mi voz saliendo más dura de lo que planeé —Es muy tarde para dar un paso atrás.

Y salí del departamento, sintiendo que me ahogaba con tantas personas queriendo resolver un problema que solo yo podía solucionar.

Me fui del edificio sin mirar atrás, queriendo aire fresco y no sentir que cada uno de los vampiros allí me miraba.

Intenté respirar a profundidad, con un dolor pesado en mis pulmones que me hacía más difícil el trabajo.

A veces me perdía más de lo natural en mis emociones, las cuales se descontrolaron desde que encontré a Jaehyun.

Solo pensar que me estuvo vigilando desde años atrás, provocaba un escalofrío en mi columna vertebral, y las náuseas volvían.

Estuve tanto tiempo siendo una chiquilla inocente, sin saber que una criatura sobrenatural pisaba donde yo había pisado segundos atrás.

—No tienes que hacer esto.

La voz de Taeyong me sacó de mis pensamientos.

De cuclillas y mirando la calle vacía, así me encontraba, en un trance asqueroso que envolvía hasta mis huesos, queriendo hundirme en el pánico.

—Tae...

—No necesitas hacerlo.

Suspiré, sintiéndome agobiada por mis emociones.

CATHARSIS | Jung JaehyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora