2DO LIBRO DE FAVORITE.
Hicimos mucho daño.
Fueron sus decisiones y las mías, las que crearon un tornado que destruyó a todos.
Ya no estaba en la etapa de conocerlo, ya sabía quién era y lo que me hizo. Sabía que estaba tan podrido por dentro como...
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Los ojos de Haechan me miraban con nerviosismo y algo más que notaba muy al fondo de ese marrón que ocultaba lo sobrenatural. Mordía su labio inferior con frecuencia, y ya tenía pequeñas heridas rojas por haberlo magullado tanto.
—No me siento seguro de esto— volvió a decir, mientras yo todavía intentaba descifrar ese "algo" que escondían sus orbes al fijarse en mí.
—Conozco el camino, no me perderé— le aseguré acariciando su mejilla.
—Aún así, irás sola, sin la compañía de nadie, ¿qué nos asegura que él no te encontrará o...?
—El plan es que me encuentre, Hae— dije con un tono suave, pasando mi dedo pulgar por su morena piel y encima de sus lunares. Él frunció el ceño.
—Pero te encontrará con nosotros cerca, el camino para esa casa es largo, solitario, y peligroso. No podremos saber si necesitas ayuda ahí y-...
—No pasará nada de eso, Haechan— Yuta llegó a un lado de él, intentando calmarle igual —Jaehyun no sabe que Leia está con nosotros. Además, tomará otro camino que lo hace más largo, y mucho menos probable de que Jaehyun ni siquiera piense que ella se está acercando.
Me sonrió con los labios cerrados y yo asentí ligeramente, dándole las gracias con el gesto por ayudarme para tranquilizar al chico de piel morena.
—Vámonos, es hora— Johnny apareció con un traje negro, y su frente descubierta en un peinado hacia atrás que lo hacía ver más apuesto de lo que era. Pestañeé varias veces para concentrarme en lo que tenía que hacer y asentí, separándome de Haechan.
Las despedidas fueron cortas, porque nos volveríamos a ver dentro de poco, pero eso no evitó que Haechan me abrace con fuerza como si fuera la última vez que me volviera a ver.
Sus acciones consiguieron que tenga una mezcla de emociones inestables, pero lo hice para un lado porque no era el momento de tambalear.
Doyoung se lo llevó casi a rastras para que deje de lloriquear en mi oído.
Una vez sola, emprendí camino.
No podía viajar en el mismo coche que los que iban a la fiesta, eso dejaría mi olor y podía haber seguridad en la entrada. Si se lo comunicaban a Jaehyun, sería más difícil encontrarlo con la guardia baja.
Bueno, de por sí era difícil que Jaehyun siquiera piense en bajar la guardia.
Me hubiera gustado sentir el frío en mi piel y que se ponga "de gallina" como hace tiempo, pero mi temperatura natural era de por sí bajo cero y no había diferencia.
Sabía que era una noche helada por la escarcha en las ventanas de los coches aparcados, pero no lo podía sentir por más que quisiera.
Me tomé mi tiempo para cruzar de un lado de la ciudad al otro, que es donde estaba la casa de Jaehyun.