19

1K 127 79
                                        

Encontré incongruencias en lo que éramos y fuimos, con los recuerdos de mi estado más animal volviendo, tuve más dudas y como ya era una rutina, volví al que alguna vez fue mi amor y al que puede llamar solo mío en el pasado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Encontré incongruencias en lo que éramos y fuimos, con los recuerdos de mi estado más animal volviendo, tuve más dudas y como ya era una rutina, volví al que alguna vez fue mi amor y al que puede llamar solo mío en el pasado.

Empezó como una conversación amena, tuve que preguntarle cosas poco interesantes para llegar a lo que quería. Él me siguió el juego a pesar de que tenía curiosidad del por qué yo le daba tantas vueltas.

Y cuando le pregunté, finalmente después de una hora, las cosas volvieron a romperse.

—¿De verdad quieres saber eso?— me preguntó en un tono frío, sin ganas de contestar.

—Por algo te lo pregunto— repliqué, buscando su mirada.

Jaehyun asintió, mordiendo su labio inferior y mirando abajo, al piso demasiado limpio donde podías hasta ver tu reflejo si te acercabas lo suficiente.

—Al principio intenté contenerte— empezó, con una postura firme, intentando no dejar salir lo que de verdad sentía —, cuando un humano pasa con éxito el proceso para ser vampiro, se vuelven algo diferente, lo único que quieren es matar y comer, y nunca sacian su hambre.

Apoyé mi espalda en la pared, cruzándome de brazos, buscando un apoyo estable porque tenía el presentimiento de que lo que me iba a contar, no sería de mi agrado y mucho menos me caería bien.

—Como era de esperarse, tú querías matar a cualquiera que respire a medio metro de ti. Y estuve contigo varios días, intentando calmarte.

—No funcionó, entonces— afirmé, pero su respuesta me sorprendió.

—Al contrario, funcionó muy bien. — vi su manzana de Adán subir y bajar, señal de que había tragado saliva —Estabas tranquila, dentro de lo que cabía en esa situación— y me miró, con sus irises reflejándose en los míos por la intensidad del color —Pero tenías momentos donde balbuceabas muchas cosas, y llorabas.

“El dolor en sus lamentos se podía hasta palpar. Su cuerpo se removía y gruesas lágrimas bajaban por su mejillas, dándole una imagen deplorable.

Era penoso encontrar esto. Leia era la prueba de lo que pasaba cuando tomabas malas decisiones.

Pero también era el castigo más doloroso que podría sentir Jaehyun, por las cosas que murmuraba entre sollozos, sin ser plenamente consciente de lo que decía.

—No debí hacer esto, lo siento…

¿Con quién se disculpaba Leia?

Hablaba entre susurros, como si hubiera alguien a su lado, cuando solo estaban ellos dos, y era claro que ella no le estaba hablando a Jaehyun.

Sus uñas se habían clavado incontables veces en su piel en un intento de controlar el hambre, marcas profundas y rasguños delataban el sufrimiento por el que estaba pasando Leia en el cambio.

CATHARSIS | Jung JaehyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora