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Me preguntaba si Dios perdonaría todas las cosas que hizo Jaehyun a lo largo de su vida

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Me preguntaba si Dios perdonaría todas las cosas que hizo Jaehyun a lo largo de su vida. Pero nunca me importó la religión, así que no era quién para hablar del tema.

Pero para un creyente, ¿Jung Jaehyun podría tener salvación si se arrepentía? Tal vez ya era muy tarde, porque ni todo el arrepentimiento devolvería las vidas que quitó con sus manos y colmillos.

Los miraba a los ojos, y no tenía remordimiento, a pesar de que sus víctimas le imploraban poder salir con vida.

Recordé eso, cuando lo encontré unos días después en una fiesta.

Era curioso encontrarnos aquí, pero tampoco creía que fuera coincidencia. Nada era coincidencia con él.

Mientras yo me había alejado de Nayeon, el aroma de Jaehyun me distrajo de ir al baño, y lo seguí hasta la parte trasera del local, donde lo encontré.

Sus manos agarraban la cintura de una mujer, quien se derretía en sus brazos por los dulces besos que él repartía alrededor de su mandíbula.

Sus ojos subieron hasta encontrarme, apoyada en la pared y con los brazos cruzados, en una postura relajada.

Una clase de chasquido salió de su boca cuando dejó de chupar la piel de la mujer, y relamió su labio inferior.

—¿Viendo el espectáculo?

La mujer, toda confundida, abrió sus ojos y volteó a verme igual, con la sangre subiendo a sus mejillas.

—¡Métete en otro lado, chismos-…!

—Shh, es un poco curiosa— le dijo, con sus ojos brillando en un naranja cautivante —tú sigue disfrutando, bonita.

Y la mujer asintió, embelesada por la profunda voz de Jaehyun.

—No sé si a tu prometida le gustaría ver esto— comenté, viendo sus manos acariciar sobre el vestido de la mujer con suavidad.

—A ella no le importa— dijo desinteresadamente.

—¿Seguro?— enarqué una ceja, él me lanzó una mirada.

—¿Celosa, Leia?— y aguante una risa.

—Solo que no puedo creer en las palabras que vengan de un mentiroso.

Jaehyun sonrió ladinamente, negando con suavidad con la cabeza. Volvió a mirar a la mujer, que se encontraba en un estado de trance por las caricias que él le daba, y dándome otra rápida mirada, junto su boca con la de ella.

Vi la manera en la que él abría la boca de ella con su lengua, metiéndola de repente, y subiendo una mano a su mejilla, agarrandola y llevándola dos pasos atrás, hasta que chocaron contra la pared.

Entrecerré los ojos cuando los de Jaehyun se abrieron brillando y cambiaron a un tono rojo mientras me miraba fijamente.

Levanté la barbilla, sin dejar que me intimide, y vi las esquinas de sus ojos entrecerrarse cuando sonrió.

CATHARSIS | Jung JaehyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora