-Vaya que interesante – murmuró, Eda mirando a todas partes – tiene buen gusto.
- ¿Qué es tan interésate?
-Que sigamos vivas, pero que tal si empiezas a buscar.
-Eso estoy haciendo – le responde Heily – Marcos guarda toda clase de documentos importantes de dentro de la pecera.
-Imposible.
Ella suspiró –Hay una caja fuerte que no es visible por la decoración –sonrió – como ves la pecera es enorme y es casi imposible que la puedan mover.
- ¿Cómo vamos a sacar los documentos sin que se mojen?
-Marcos me mostro como hacerlo, ves ese pequeño cuadrado que está en la esquina de la pecera – señaló.
-Si.
-Hay están los documentos, ahora hay que activarla con este control para que suba la barra y pueda sacar el agua.
- ¿Cuál es el truco?
-Hay que poner código, en caso de que te equivoques la alarma se activar y el control te electrocutara, luego de volver todo a la normalidad.
- ¿No se puede romper el vidrio?
-Los documentos están protegidos por un veneno potente que con solo un toque te matara al instante, claro solo se activa si pones el código mal o dañas la pecera – explicó mientras sacaba los documentos.
- ¿Y esto se te hacia normal?
-Cuando confías ciegamente en una persona... todo es normal.
-Debe ser duro para ti.
Ella sonrió – Lo es, le he enviado las fotografías al mayor.
-Regresemos.
-Primero debo devolver estos documentos a su lugar – dijo, y al escuchar la puerta abrirse su cuerpo se congelo.
-Vaya, vaya que sorpresa – él sonrió – Heily... ¿tienes una explicación?
-Yo...
-Viniste a visitarme. ¿Esperaron mucho?
-Sí, pero debemos regresar – interfirió Eda –no están esperando.
- ¿De verdad? – él sintió sin dejar de mirar a Heily – se irán tan pronto.
-Sí, nos veremos en otra ocasión – habló Eda tomando del brazo a Heily para salir – es hora de irnos.
Cuando estaban a punto de salir Eda fue tomada con fuerza del cabello y fue lanzada contra la pared, estrellando su cabeza durante haciendo que perdiera el conocimiento. Heily se quedó paralizada al ver a Simón se acercarse, la mirada de él era tan distinta a la que un día conoció.
-Entonces, ya sabes quién soy, ¿cierto?
-Déjala ir.
Él dibujo una media sonrisa y sacó un arma de su bolsillo apuntándole a Eda.
- ¿Debería matarla?
- ¿Realmente eres ese tipo de persona?
-Tengo un arma y le estoy apuntando a tu amiga. ¿Por qué sigues dudando?
-Simón... – ella intentó acercarse.
- ¡Deja de llamarme así! – gritó –. Soy Carmesí... – dijo, apuntándole con el arma – Simón nunca existió... todo fue falso –dijo, tocándose la cabeza con una mueca de dolor.
-Simón.
[...]
-Ahora no es momento, retírate – ordenó, el mayor.
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UN DÍA DE OTOÑO (en proceso )
Teen FictionUn día perdí al amor de mi vida, pensé que había muerto y todos mejieron que tenía que olvidarlo, que tenía que seguir con mi vida. Pero una parte de mi renunciaba a dejarlo ir. Seis años después... Un día de otoño él aparece de delante de mí, pero...