UN DÍA DE OTOÑO (en proceso )

19. La realidad

-Mentí.

-Delia, sal por favor y déjame dormir – ordena volviéndose acostar.

-Cometí un error con Eros y no quiero tratar con él.

-Hermanita... no crees que es mejor que te acerque a él y lo vuelvas a conquistar.

-Hades... ayúdame – suplique.

-Delia... debo ser sincero contigo – se levantó se a recostó sobre la pared – creo que es hora de sepas la verdad.

Lo miré con confusión – No entiendo.

-Hace años atrás perseguimos a una persona que se hace llamar "Carmesí" y nuestro padre está de su lado. Ambos planearon el accidente de Eros como una advertencia y aún no sé cómo regreso con vida y Valeri no sabemos si esta vida como Eros. Maya... podría ser otra víctima y la razón de mi indiferente hacia ella es porque sé que me tienen vigilado o nos tienen vigilados.

Negué con la cabeza y me quedé en silencio tratando de procesar lo que acaba de procesar.

-Todo lo causo nuestro padre... – murmuré.

-Sí, pero también de Carmesí- suspiró – es una persona muy peligrosa.

-Hades... – empuñe los puños de rabia – si me vuelvo acercar a Eros... ¿podrían volver a lastimarlo?

-Eros no es el mismo de antes ahora tiene una empresa y poder – tomó mis manos – puede protegerse, estoy seguro que Heily lo hará.

- ¡¿Por qué no me lo dijiste antes?! – exclamé molesta – has tenido que cargar con esto tu solo.

Él me puso sus manos sombre mis hombros –No soy el único que lo sabe... Bruno, Marcos y Eda también lo saben... mi han ayudado mucho.

-Eh vivido durante tanto tiempo en una caja de cristal y no me di cuenta de la realidad.

-Lo lamento causarte más dolor.

-Más más dolor – repliqué, baje la mirada – me siento como una tonta... debí alejarme de él desde un inicio – dije con rabia y dolor – todo lo que ha pasado es mi culpa.

-No es tu culpa, es culpa de nuestro padre y le haremos pagar por todo el daño que ha causado.

Levanté la mirada hacia él – ¡¿Cuándo?!

-Delia, debemos atrapar a Carmesí, pero para eso debes actuar como si nada.

-Lo haré pagar.

Pov Autora

-Oye... me estas escuchando.

-No puedo, ella me irrita – respondió pensativo.

- ¿Ella? ¿De quién hablas? – preguntó, Simón confundido.

-Delia Howard es una mujer molesta, pero ya le enseñare a comportarse.

- ¡Es una belleza! – exclamó con una sonrisa – me pregunto si está sola.

Eros le tiró la botella – No pienses en ella.

-Oye, tú ya estas comprometido.

- ¡Me da igual no pienses en ella! – exclamó irritado.

Simón lo miró fijamente con una sonrisa burlona – ¿Te gusta?

-No, solo no la aguanto y no quiero ver a mi mejor amigo con una persona tan amargada.

-Aja, como sea tu prometida está aquí.

Volteó hacia atrás y verificar si ella estaba ahí – Me voy.