Unas semanas después
-Se puede.
Al reconocer la voz Delia se levantó rápidamente y corrió hacia lo brazo de su madre.
-Mamá, mamá... duele mucho, siento que estoy muriendo- lloró en el pecho de su madre.
-Mis pequeños han estado sufriendo mucho en mi ausencia, pero volví y todo cambiará.
-Quieres decir.
- ¿De verdad amas a ese joven? - preguntó, su madre.
-Sí, lo amo... y no poder tenerlo cerca duele, lo extraño tanto que sin él siento una sensación de vacío en mi pecho.
-Tu padre no le permitirá estar juntos, pero tenemos otra opción.
- ¿Cuál? – levanto la mirada hacia su madre.
-Huye junto a él y se feliz a su lado, no dejes que nada los separe.
-Papá no nos dejará en paz y me buscará por todos lados.
-No lo hará porque ustedes comenzaran una nueva vida juntos- su madre su sonrió y le entregó unos documentos- En este lugar pueden empezar una vida tranquila.
Los ojos de Delia se le llenaron de lágrimas y volvió a abrazar con más fuerza a su mamá.
-Mamá...
-Tienes que irte ahora, Eros y su familia te están esperando.
- ¿Su familia?, pero que hay de Heily y sus estudios.
-Tu hermano tomó la responsabilidad de cuidar de ella hasta que puedan enviarla con su familia. Pero ahora haz tu maleta... no debemos perder tiempo.
Delia asienta y rápidamente empezó a empacar su maleta, una vez lista se despidió de su madre y subió al auto que la esperaba fuera de su casa. Su corazón latía con fuerza, sus manos temblaban y durante todo el viaje no había parado de llorar. Al llegar al aeropuerto miró hacia atrás y su corazón se hizo añicos al tener que renunciar vida, su hermano, su madre y sus amigos, pero no podía soportar la idea de renunciar a Eros por el capricho de su padre. Sin volver a voltear hacia atrás Delia siguió su camino y se sentía ansiosa por volver a ver a lo Eros, lo extrañaba tanto y necesitaba sentir cuerpo, sus caricias, su aroma, escuchar su voz, ver sus ojos y su sonrisa.
Después de cinco horas de vuelo el temor se apoderó de ella, no sabía que decir o cómo actuar y el habían estaba a punto de aterrizar. Se preguntaba si Eros la estaría esperando o lo mejor no querría verla, miles de pensamientos pasaron por su cabeza mientras caminaba por los pasillos del aeropuerto totalmente desorientada.
-Disculpa, ¿necesita ayuda? – un hombre muy atractivo se acerca a ella.
-Eh, no... no.
- ¿Segura? ¿Por qué te ve bien? ¿Estuviste llorando en todo el vuelo?
Ella lo miró con asombro -Me viste.
-Compartimos asientos- le regalo una amable sonrisa.
Al verlo sonreír ella también sonrió- No te vi, lo siento.
-No hay problema, por cierto, soy Simón- extendió su mano hacia ella.
-Yo soy Eros su novio por el momento - dijo, agarrando su mano.
Delia se sorprendió al ver a Eros a su lado.
-Eres el que la hace llorar – soltó, sin dejarlo de mirar con dureza -. Mi abuela decía que un hombre te hace llorar ahora lo seguirá haciendo ahora en el futuro y no porque te quiera.
ESTÁS LEYENDO
UN DÍA DE OTOÑO (en proceso )
Teen FictionUn día perdí al amor de mi vida, pensé que había muerto y todos mejieron que tenía que olvidarlo, que tenía que seguir con mi vida. Pero una parte de mi renunciaba a dejarlo ir. Seis años después... Un día de otoño él aparece de delante de mí, pero...