Sentía como si un tren me hubiera arrollado varias veces y luego de eso me hubieran mandado a correr un maratón. Tenía tantas ganas de llegar, beber 2 litros de agua y dormir por 3 días seguidos, pero mis posibilidades eran pocas siendo aprendiz de Shinazuwaga.
Al llegar a la mansión de los pilares me encontré con Kocho, que al verme en ese estado me envió de inmediato a su finca para que ahí me curaran. Salude a todas las chicas y me asignaron una cama donde recostarme en lo que hacían algunas pruebas. No pasaron ni diez minutos cuando un loco de cabello blanco y cicatriz en la cara entró a la habitación.
- Regresaste ya-. me dijo como si hubiera estado cansado de esperarme-. Pensé que tendría que reclutar a alguien mas-. él rio cínicamente y yo solo rodé los ojos-. Oye, más respeto para tu mentor-. se acercó a mi haciendo que me pusiera en alerta, pero antes de que pasará algo Shinobu intervino.
- Chicos, chicos, cual es la necesidad de pelear?-. ella entró en la habitación dejando una bandeja en la pequeña mesa a un lado de la cama-. Sanemi, ella acaba de regresar, sabemos que has extrañado mucho a tu pequeña aprendiz, pero tiene heridas que necesita cuidar.
De mala gana Shinazuwaga salió del cuarto, dándome alivio.
- Te extrañó mucho-. me dijo Kocho con una sonrisa.
- Claro-. le respondí con ironía-. Sanemi extrañándome.
- Es verdad-. me respondió riendo-. Se que se ve que es una persona muy difícil con la que lidiar, pero mientras no estuviste él estuvo esperándote todos los días. Iguro le contó a Mitsuri y ella me contó a mi, que Shinazuwaga estaba pensando en invitarte a salir cuando volvieras.
Mi completa cara de confusión hizo reír a Shinobu. De tan solo imaginarme en una cita con Senemi me ponía mal, primero, que se supone que haces en una cita con una persona que se la pasa burlándose de ti, o haciéndote menos. Segundo, él no es la clase de chico que sale con su aprendiz, o con cualquier persona en realidad. Y tercero, no, no hay tercero, con dos basta.
- Has perfeccionado tus técnicas-. me felicitó Shinobu mientras miraba el resultado de las pruebas-. No has sufrido gran daño, de hecho, tu tolerancia al dolor cambio bastante en estos últimos meses-. ella observaba detenidamente una prueba antigua con la resiente-. Entonces solo necesitas reposo y unas cuantas vitaminas, ahora vuelvo-. Kocho salió de la habitación dejándome sola y pensativa.
Cual era la probabilidad de que yo tuviera una cita con Sanemi, acaso se trataba de una broma que me llevaría a una humillación pública? O Sanemi era la clase de hombres que molesta a una mujer porque esa es su manera de demostrar afecto? Si era así, que idiota. Pasaron unos minutos y Shinobu volvió, me dio de tomar unas medicinas y me inyecto una vitamina especial para poder sanar rápidamente. Después de la intervención, quedé dormida plácidamente.
Al día siguiente desperté por la increíble intensidad de luz en mi rostro, al principio tardé un poco en enfocar la vista, pero luego de parpadear un poco pude divisar la silueta de mi maestro frente a la ventana con la cortina totalmente corrida.
- Despertaste-. dijo desde su posición-. Justo le estaba reclamando a Kocho lo negligente que había sido al darte tantos sueros y medicinas-. escuché lo que dijo pero mi cerebro aún no procesaba, por que él creía saber las dosis correctas si la que estudió fue Shinobu?
- Perdón?-. le pregunté confundida y con un rostro desencajado por el desagrado-. Que estas haciendo aquí Shinazugawa?-. estaba comenzando a irritarme por el hecho de haberme levantado y creer que tenía algún derecho sobre mi salud.
- Pues vine a llevarte a casa-. me respondió obvio y acercándose a mi, sus ojos mirándome directamente sin parpadear me dieron un escalofrío-. Tenemos mucho que hacer-. me dijo sentándose en la cama a la altura de mis pies.