Me aferraba fuerte a su espalda mientras él se introducía en mi y ambos soltábamos un jadeo. El chico de los ojos verdes y sonrisa perfecta me visitaba una vez cada tanto por la noche haciéndome sentir feliz y amada. Él no era mucho de demostrar sus sentimientos sin embargo cuando estaba conmigo sabía que lo disfrutaba tanto como yo.
Sus labios estaban en guerra contra los míos tratando de determinar quién tenía el control, ninguno de los dos cedía nunca, así era como debían de ser las cosas. Su cuerpo completamente en forma hacía que el mío luciera diminuto he indefenso pero yo sabía que no era el caso, aunque Inosuke fuera mas fuerte que yo él jamás se aprovecharía de eso.
Nos conocimos por casualidad, yo estaba afuera en el tejado ya que desde siempre me había gustado mirar al cielo en busca de estrellas fugases y una noche que comenzó bastante normal termino siendo el principio de algo increíble. Llegó a mi lado sin hacer ruido, cosa que me espanto como nunca pero de inmediato quedé hipnotizada ante tal belleza. Estuvimos hablando por un rato hasta que él me dijo que tenía que irse apresuradamente. Se fue corriendo y en el acto se colocó una cabeza de jabalí sobre su propia cabeza, me quedé en el tejado con el rostro confundido. Y así fueron varias veces hasta que logramos tenernos confianza el uno al otro.
Inosuke me tenía loca, era su manera de ser tan extraordinaria que me hacía quererlo tanto, era honesto, divertido y un poco infantil, testarudo y sobre todo guapo. Estaba rendida ante él, tanto así que aquí nos encontrábamos juntos en el sentido mas literal de la palabra.
- Que ocurre?-. me preguntó mientras salía, se apoyó en un brazo y con el otro me alejó el cabello sudado de la cara.
- Nada-. sonreí-. Es solo que disfruto mucho cuando estas aquí-. le confesé en voz baja.
- Ah...-. logró decir mientras su rostro tomaba color.
- Te digo que me gustaría?-. le pregunté mirando al techo.
- Qué?-. preguntó él en la misma postura.
- Que pudieras llevarme contigo a donde sea que vayas-. ahora me gire a verlo pero en su rostro se notaba su confusión, solté una risita ante su gesto.
- Por que querrías eso?-. preguntó confundido.
- Por qué así podríamos estar juntos todo el tiempo, yo cocinaría para ti y tu solo tendrías que estar conmigo.- le dije con ilusión.
- He, si, no creo que eso pueda pasar-. me respondió con su voz ronca, de inmediato me sentí insegura.
- Por qué?-. volví a preguntar en voz baja.
- Por qué aquí estas bien-. respondió-. Estas en la montaña, tienes todo lo que pudieras desear-. dije mientras hacía una señal con sus manos tratando de abarcar toda la habitación.
- No todo, también te deseo a ti-. me negué a mirarlo ya que sabría que tendría esa mirada de confusión en el rostro.
- Es a lo que me refiero, ya lo tienes todo-. asintió como si tratara de hacerme entender-. No entiendes que acaba de pasar?-. me preguntó con desagrado y yo lo miré entornando la mirada-. Soy tuyo-. me confesó y luego desvió la mirada-. No se supone que es lo que las personas hacen para demostrar su amor?-. me preguntó refiriéndose a nosotros minutos antes.
- Si-. comencé a sentirme tonta por mi petición.
- Además no quieres ir a donde yo voy-. afirmó.- Hay demasiadas cosas que es mejor no conocer, no sabes a los peligros a los que me enfrento, no podría vivir sabiendo que te hice parte de ese horrible mundo-. Inosuke miraba al techo con la ceja fruncida.
- Lo s-....-.comencé a decir pero unos gritos que venían desde afuera me incorporaron de golpe al igual que a él.
- INOSUKEEEE-. la voz masculina se escuchaba cada vez mas cerca y preocupada-. INOSUKEEEEE-. miré como Inosuke se apresuraba a vestirse para poder salir.
- A donde vas?-. le pregunté aterrada mientras tomaba la sabana para cubrirme.
- QUEDATE AQUÍ-. me ordenó con su voz firme mientras salía de la casa.
Me quedé paralizada unos segundos pero luego atine a ponerme la ropa velozmente para seguirlo, justo estaba a punto de abrir la puerta cuando alguien mas la abrió del otro lado. Un chico de cabello rubio se apresuro a entrar y al verme se aferro a mi.
- HAY UN DEMONIO ALLÁ AFUERA-. me gritó llorando aun abrazado a mi cuerpo-. PERO CREO QUE ES MUY FUERTE PARA NOSOTROS TRES, ME QUIERO IR DE ESTA MONTAÑA-. siguió diciendo.
Demonio? Nosotros tres? Mi cuerpo se tambaleó ligeramente gracias al peso extra del chico y la nueva información que había recibido.
- Inosuke?-. le pregunté a penas.
- Está afuera junto a Tanjiro-. me dijo ahora mas calmado pero sin soltarme. Una de las ventanas se rompió debido a un objeto que fue lanzado desde fuera haciéndonos dar un brinco a los dos, el chico rubio cayó desmayado al piso y yo me talle los ojos para estar segura de lo que veía, solo pude identificar que parecía humano pero no lo era.
Toda la casa se ilumino en un destello blanco y cuando traté de encontrar la fuente de luz me encontré con el chico que anteriormente se había desmayado en una especie de trance. Sus ojos estaban cerrados y su energía había cambiado, ya no se sentía su miedo sino su fuerza y valentía. A penas lo escuche murmurar algo cuando salió disparado simulando el efecto de un rayo con la horrenda criatura por delante.
Tuve que sostenerme fuerte sobre mis pies para no caer, el aire me faltaba y todo estaba dando vueltas. De lo único que tenía certeza es que Inosuke estaba allá afuera peleando con algo sobrenatural. Un chico de cabello negro con puntas rojizas alcanzó a sostenerme antes de que mi cabeza azotara contra el suelo.
Desperté de golpe, como si me hubiera levantado por una pesadilla pero al no reconocer mi casa me di cuenta que efectivamente algo no andaba bien. Estaba en una camilla cubierta por sabanas blancas y toda la habitación estaba impregnada de un aroma dulce. No sentía la mitad del cuerpo pero cuando mire en dirección me encontré a Inosuke dormido a mi lado, aplastándome sin querer.
- Inosuke-. a penas lo llame y él se levantó instintivamente, al verme despierta me dio una escaneada rápida por todo el cuerpo.
- Estas bien? Te rompiste algo?-. me preguntó casi gritando haciéndome imposible la tarea de no sonreír.
- Inosuke estoy bien-. lo tranquilice-. Puedes decirme que paso?-. le pedí mientras le tomaba la mano para evitar que me dejara sola.
- Ten cuidado con lo que deseas-. me dijo con su voz ronca habitual.
- Que sucedió?-. le pregunté un poco alarmada.
- Anoche me pediste que te trajera conmigo, querías vivir como yo-. agachó la mirada mientras hablaba-. Hoy estas aquí conmigo y viviendo lo que yo porque me di cuenta que no puede haber mundo en el que estemos separados-. dijo tomando mi mano de la misma manera que yo lo había hecho con anterioridad.
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