Me talle los ojos con la esperanza de mejorar mi visión y poder incorporarme, al despertar completamente sentí como el frío invadió mi cuerpo, busque a Giyuu de inmediato.
- Giyuu-. lo llame mirando por todos lados. Su saco de dormir estaba alzado y doblado frente a la fogata que habíamos hecho la noche anterior-. Giyuu-. lo llame de nuevo, esperando que pudiera oírme. Sin decir nada apreció dentro del bosque y solté un suspiro de alivio-. Buenos días Giyuu, casi logras asustarme-. le dije tocándome el pecho-. Dormiste bien?-. le pregunté mientras me sentaba sobre mi bolsa de dormir y me ataba en cabello en una coleta, mi piel se erizó ante la sensación de frío.
- Si-. me respondió.
- Me da mucho gusto-. le dije sonriendo.
- Tenemos que continuar con el viaje, aun nos falta camino por recorrer.
- Falta mucho? Aun no se por qué estamos tomando el camino largo, mañana es el cumpleaños de Mitsuri. Si hubiéramos elegido el camino corto hubiéramos llegado desde ayer y tendríamos mas tiempo para preparar todo-. le comenté mientras guardaba mis cosas en la pequeña mochila. Como siempre, Tomioka no respondió.
Sin decir nada recogimos todo y nos pusimos en marcha, Giyuu iba frente a mi pero no sin dejarme atrás. Yo me apresuraba por seguir sus pasos, sabía que de seguro no la estaba pasando bien conmigo, pero supongo que era el único disponible para ésta "misión" o guardería mejor dicho.
Todos los pilares me caen muy bien, inclusive Giyuu. Mitsuri siempre se encarga de sacar a relucir todo lo bueno de las personas. En las cartas que me envía se expresa con mucho cariño de todos, así que no tengo duda que son buenas personas. Con los que mas he convivido son Rengoku y Giyuu, ambos completamente diferentes pero sin duda increíbles en todo lo que hacen.
A pesar de que Tomioka es muy callado y parezco molestarlo, se que no le desagrado del todo, lo se porque una vez Mitsuri le preguntó sobre mi, y él no dijo nada. Si le cayera mal lo hubiera mencionado.
Después de unas tres horas de camino mis piernas comenzaban a entumirse debido a la nieve, me apresuré para poder alcanzar al pilar de los ojos azules, que estaba a dos metros frente a mi.
- Giyuu-. dije tomándole el brazo para que dejara de caminar-. Podemos parar un momento, creo que mis piernas sangran-. dije exagerando un poco, aunque el hielo comenzaba a quemarme.
- Nos queda una hora de camino hasta el próximo pueblo, ahí vamos a descansar y comer algo-. dijo sin mirarme.
- Esta bien-. mire hacia abajo resignada y rogué a mis piernas no darse por vencidas.
Paso media hora desde que le pregunté a Tomioka si podíamos parar, no le veía fin al camino, ahora estaba atrás de él por unos cuatro metros y mi respiración comenzaba a volverse pesada. Ni siquiera me percate cuando él se puso a mi lado.
- Te sientes bien?-. me preguntó en voz baja.
- Si, ya falta poco para llegar-. le dije mientras avanzaba lentamente.
- Sube a mi espalda.- me dijo mientras se ponía frente a mi de nuevo y se agachaba.
- Gracias Giyuu, pero aun puedo caminar-. dije intentando no parecer débil.
- El pueblo esta a media hora a mi paso, si seguimos a tu ritmo llegaremos en una hora y media-. no dije nada, él solo me tomo de las piernas y me cargó en su espalda, mi pecho estaba helado y su espalda estaba caliente, rápidamente mi temperatura igualo la de él y apoye mi mentón sobre su cuello.
Tenía razón, el pueblo estaba cerca, lo podía ver a través del bosque. Sonreí al saber que pronto podríamos descansar y comer algo. Muero por una sopa caliente.