Era pasado medio día cuando me encontraba en el patio de nuestro restaurante haciendo mis pinturas, estar al exterior me parecía mas relajante y facilitaba mi imaginación así que era un lugar habitual para mi. Mi madre era muy amable con todos, pienso que en parte ese es el secreto de su éxito y por eso tiene tantos clientes. Estaba pintando un riachuelo cuando escuche la cálida voz de mi madre desde dentro del local, sonaba tan feliz que no pude evitar fruncir el ceño y acercarme a escuchar de quien se trataba. Con cabeza ligeramente levantada de un lado para mejorar mi audición me dedique a escuchar la conversación ajena.
- Estoy tan feliz de verte otra vez y saber que estas a salvo-. exclamó mi madre felizmente-. Pero mira nada mas cuanto has crecido Tanjiro Kamado-. dijo sorprendida. Mi cuerpo se tensó al momento de escuchar su nombre, Tanjiro estaba vivo y había vuelto? De pronto una oleada de coraje se adentró en mi cuerpo y me aparté bruscamente del lugar en donde estaba.
Toda mi inspiración y ganas de pintar se habían ido así que mejor hui en dirección contraria a donde se encontraba el chico de ojos rojizos. Sin que nadie me viera salí por la parte de atrás del restaurante y me dediqué a caminar por las calles del pueblo, al pasar por las casas y diferentes negocios iba notando como la gente comenzaba a hablar mas de él, eso me enojaba, me ponía furiosa.
Tanjiro Kamado, la única persona que puede dejar a su familia brutalmente asesinada en la montaña sin dar alguna explicación y al regresar que lo reciban como un héroe, puse los ojos en blanco gracias a la actitud que tomaba la gente. Estuve un tiempo fuera de casa, hasta que asumí que él había dejado el pueblo, solo entonces regrese.
Al llegar a casa lo primero que vi fue a mi madre recibiéndome con los brazos cruzados y una sonrisa desaprobatoria. Sonreí y me encogí de hombros haciéndome la inocente pero ella negó con la cabeza, se hizo a un lado dejándome ver la sorpresa que tenía para mi. Tanjiro Kamado sentado en nuestra sala, esbozando una sonrisa arrepentida y dejando ver su nerviosismo rascándose la nuca levemente. Miré a mi madre de mala gana e intente pasar de largo.
- Hol...Hola-. dijo Tanjiro nervioso. Me quedé quieta en mi lugar al escuchar de nuevo su voz después de años, parecía ser la misma pero no, se notaba mas maduro y con mas experiencias-. Yo quería venir a ver como estaban-. menciono con cierto escepticismo a mi reacción.
- Estamos bien-. dije cortante y trate de seguir mi camino.
- Hija-. mi madre me detuvo poniéndome una mano sobre el hombro-. Tanjiro a venido desde muy lejos, no seas grosera con él-. me regañó con la mirada.
- Grosero él, que se marchó sin decir nada-. respondí casi al instante-. Lo dejó muy claro, no se preocupa por nadie en este pueblo-. terminé de acusarlo.
- No te imaginas-. habló Tanjiro mientras se ponía de pie-. No te imaginas por lo que he pasado-. me dijo esperando a que me compadeciera de él-. Solo dame unos minutos para hablar contigo-. pidió.
- Llegas dos años tarde-. le dije enfadada-. Pero esta bien, me dirás lo que me tengas que decir y luego te marcharas igual que como aquella vez.
- Creo que lo estas juzgando muy duro amor, ustedes eran demasiado jóvenes cuando todo esto paso-. me recordó mi madre-. Lo mejor es aclarar todo-. nos animo.
Suspire pesadamente y luego le hice una seña a Tanjiro en dirección a mi habitación, él me siguió de inmediato y pude haber jurado que le sonrió a mi madre. Entramos en mi habitación que afortunadamente estaba algo ordenada y me senté en el piso con él al lado mío.
- Y bien?-. lo anime a iniciar.
- Bueno-. dijo él rascándose la nuca de nuevo-. He tenido unos años un poco complicados-. lo miré con la ceja enmarcada.
- Pues yo diría que mas que complicados-. dije en tono serio y él asintió.
- Se que no estuvo bien haberme ido así nada mas, pero después de lo que paso solo me enfoqué en mantener a Nezuko con vida-. al escuchar su nombre mis ojos se abrieron como plato.
- NEZUKO ESTÁ VIVA??-. le pregunté gritando de la sorpresa, Tanjiro soltó una risita.
- Si, ella viene conmigo-. me dijo con alegría.
- Quiero verla-. le pedí con impaciencia, me resultaba difícil el creer que su pequeña hermana siguiera con vida y que jamás hubieran vuelto.
- Está dormida-. me respondió con voz apagada-. Pero se que se alegrara de que hayas preguntado por ella-. eso fue lo único que me había dado emoción desde que supe que había llegado y una vez que me dijo que no podría verla volví a mi estado natural-. No te molestes conmigo-. me rogó y yo puse los ojos en blanco.
- Me pides algo imposible Tanjiro-. dije mientras lo veía feo-. Solo quiero que te pongas en mi lugar, imagínate que un día despiertas esperándome, pasa todo el día y no hay señales de mi, te preocupas y vienes a mi casa para encontrar...-. no pude continuar, sabía que sería muy difícil tanto como para él como para mi, así que opté por no decirlo-. Te fuiste por dos años, todos en el pueblo te creíamos muerto y ahora vuelves y esperas que yo te siga esperando como aquella vez, pero te lo dije llegaste muy tarde-. giré mi cabeza en otra dirección tratando de evitar que viera mis lagrimas.
- Oye no quiero que llores-. me dijo mientras se arrodillaba frente a mi para limpiar mis mejillas húmedas-. En verdad piensas que si no hubiera sido algo de vida o muerte me hubiera ido para dejarte aquí sola?-. preguntó mientras me tomaba de la mano, tomé un poco de valor y lo mire a los ojos, en efecto, no se había ido. La mejor parte de Tanjiro seguía ahí, incluso podría decir que ahora era mas fuerte. Su mirada cálida y llena de empatía y amor, no estuve ni cerca de odiarlo porque jamás deje de amarlo y solo fui capaz de reconocerlo al tenerlo justo frente a mi.
- No-. respondí sincera y comencé a sentirme mal por haber sido tan egoísta y mala amiga. El hecho de que Tanjiro no estuviera aquí no significaba que la estuviera pasando bien en donde estaba, al contrario era el que mas sufría.
- Me conoces bien-. dijo aun sosteniendo mi mano con una sonrisa-. Han pasado muchas cosas desde que me fui-. me confesó-. Cosas que si te digo estoy seguro que me tomarías por loco-. negó con la cabeza aun sonriendo-. Pero mi vida es muy diferente ahora, no te imaginas cuanto, sin embargo siento que me hace falta algo-. hubo una pausa muy larga entre nosotros, no quería preguntar, no quería saber que le hacía falta. Tenía miedo de que fuera a mi lo que necesitaba y al mismo tiempo de que no fuera yo, al verme tan evasiva Tanjiro optó por finalizar-. Tu-. dijo por fin y mi corazón comenzó a palpitar muy muy fuerte-. Y si te preguntas por qué tarde tanto en regresar por ti fue porque estaba algo ocupado tratando de sobrevivir-. dijo soltando una risita-. Pero no te preocupes, te contaré en el camino.
- Camino?-. le pregunté confundida-. A donde vamos?
- Estaba pensando que quizá pueda llevarte conmigo-. me ofreció mientras se ponía de pie-. Me han dado la oportunidad de tener algo propio así que me gustaría que vinieras a vivir conmigo y Nezuko-. su rostro esbozó una amplia sonrisa y me ofreció la mano extendida la cual tomé con mas significado que el simple hecho de ponerme de pie.
- Mi madre-. dije aun sorprendida ante su petición.
- Ya he hablado con ella, dice que estará feliz con cualquier decisión que tomes-. me anunció.
- Tanjiro-. pronuncié desconcertada-. Pues claro que voy contigo-. tan pronto como pude lo abracé, no estaba dispuesta a perderlo otra vez, ni siquiera por un segundo. Tanjiro es la luz en mi vida, su sola presencia hace que me sienta feliz y segura, así a sido siempre y estoy segura de que seguirá siendo de era manera.
- Nunca volveremos a estar separados-. me prometió mientras aprovechaba el abrazo para alzarme en el aire. Me aferre a su cuerpo así como él al mío y así fue como paso de ser un día detestable al mejor hasta el momento.
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