Al llegar la noche como era lo habitual me reuní con mi madre en la cocina esperando instrucciones para preparar la cena. Mi padre se encontraba fuera en el granero y mi pequeña hermana estaba jugando en el piso.
- Huele bien-. mi padre anunció su entrada a casa con una gran sonrisa. Mi madre y yo sonreímos satisfechas.
Durante la cena no hablamos mucho, solo de lo cotidiano y alguna que otra historia inventada por mi hermana menor. Al terminar la cena mi padre recogió los platos y cada uno nos dirigimos a nuestro lugar. Mi hermanita a veces duerme conmigo o a veces con mis padres, dependiendo de como se sienta, esta vez la vi dirigirse junto con ellos.
Tomé un vaso de agua y me dirigí hacia mi pequeña habitación, estando ahí me tumbe tan pronto como pude preguntándome si al dormir volvería a tener ese sueño frecuente al que ya estaba acostumbrada. El chico de cabello rojo y tez blanca observándome por la ventana, no decía nada y tampoco hacía mas que observarme con una mirada profunda. Yo no sentía ningún tipo de miedo, me sentía un poco acompañada aun que fuera en sueños.
Estando recostada me giré en dirección a la ventana al lugar habitual donde lo encontraba pero obviamente no estaba ahí. Cerré mis ojos por unos segundos y respiré profundamente, al volver a abrir mis ojos estos tardaron en aclimatarse debido a la previa oscuridad pero a pesar de eso aun no lograba ver al pelirrojo cerca.
Bostece con sueño y volví a cerrar los ojos esta vez para mantenerlos de esa manera. No fue hasta que escuche como las hojas y ramas secas se quebraban a lo lejos cuando lentamente abrí mis ojos, mi sueño era profundo así que volví a cerrarlos. Fue en un cambio de posición cuando miré a la ventana y lo vi, el chico de cabello rojo con piel pálida y ojos amarillos. Sonreí al sentir su presencia tan neutral como siempre, su compañía me hacía sentir bien.
- Por que apareces en mis sueños?-. pregunté al aire con los ojos entreabiertos-. Te conozco?-. no esperaba respuesta alguna pues en las semanas que lo había soñado el chico jamás hablaba-. Da igual, me gusta tu compañía gracias por quedarte-. le agradecí soltando un bostezo involuntario.
- Un placer-. se escuchó una voz en mi habitación.
No se como decirlo pero si me pusiera a sumar todo el miedo que he sentido en mi vida y lo comparara con este preciso momento habría una brecha descomunal en su similitud. Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo desde la cabeza a los pies. Abrí los ojos de golpe para pegar un salto y quedar sentada sobre la sabana fresca que cubría el piso de madera. Mis ojos no veían nada pero mi cuerpo captaba algo, algo aterrador. Mi cuerpo no reaccionaba a lo que pedía, yo quería salir corriendo a la habitación de mis padres y pedirles ayuda pero simplemente me quedé ahí sentada, con miedo.
- No te voy a hacer daño-. escuché nuevamente la voz-. No tienes porque tener miedo-. advirtió.
Gire nuevamente a la ventana para tratar de ver al chico de cabello rojo pero en su defecto la luz de la luna reflejo su figura en mi habitación. No podía articular palabra alguna, ni siquiera podía respirar debido al terror que se adueñaba de mi cuerpo, no era temor a él era mas bien al saber que lo que había pensado como sueño siempre fue una realidad.
- Tranquila-. dijo él chico pelirrojo tomando distancia-. No voy a hacerte daño-. aseguró otra vez.
Lo miré intranquila de arriba a abajo, dándome cuenta de su irregular aspecto, llevaba el pecho descubierto con un chaleco guinda y vestía un short blanco que le cubría las rodillas. Su piel era pálida y con unas extrañas líneas dibujadas por todo su musculoso cuerpo.
- Estoy en un sueño?-. pregunté confundida y con el ceño fruncido aun batallando por respirar.
- Si-. se limito a decir.
- Entonces por que se siente tan real?-. observé mis manos tratando de encontrar algo que me hiciera darme cuenta de que era un sueño pero en lugar de eso me di cuenta de lo real que era todo-. Mientes-. le dije firme-. Quién eres?-. lo miré con sospecha pero él seguía en silencio-. Siempre estas aquí-. le recriminé buscando una respuesta.
- Soy Akaza-. me respondió aun a la distancia-. No planeaba incomodarte-. se escuchó sincero.
- Que es lo que buscas Akaza?-. le pregunté mas calmada pero con voz firme.
- Nada-. a penas lo escuché decir-. Es solo que te pareces a alguien-. por primera vez el chico miró al piso como si se encontrara apenado.
- Nunca habías hablado-. mencioné tratando de que soltara mas información acerca de su procedencia.
- Pensé que no me escucharías-. dio un pequeño paso para acercarse y yo lo miré entrecerrando los ojos.
- Pensé que eras un sueño, parte de mi imaginación-. ahora fui yo la que miré abajo, apenada por las veces en que lo observé pensando que no existía.
- No te asustan las pesadillas?-. su boca se elevó ligeramente de un lado mientras me preguntaba, como si le pareciera gracioso.
- No pensé que fueran pesadillas, mas bien dulces sueños-. continué con la mirada agachada-. Con un ángel guardián-. Akaza soltó una risita que me hizo sonreír a mi también.
- Yo un guardián?-. se preguntó incrédulo-. Nunca nadie se había referido así hacia mi-. confesó el pelirrojo aun con la sonrisa.
- O sea que espías a las personas a menudo por la noche?-. me reí con ganas y Akaza terminó por acercarse.
- En absoluto-. me dijo tomando asiento junto a mi.
- Dime que eres-. le dije mirándolo con confusión luego de verlo junto a mi, parecía una persona pero ciertamente una muy extraña.
- Puedo ser lo que tu quieras que sea-. mencionó sutilmente mientras yo caía rendida ante él.
- Y quién quieres que sea yo?-. le pregunté curiosa.
Él me había dicho que yo le recordaba a alguien y aunque su presencia intimidara yo no me sentía de esa manera pues me había acostumbrado a su presencia por la noche y a su profunda mirada observándome con la ayuda de la luz de la luna.
- Alguien querida, alguien en quien confiar-. me confesó mas bien en suplica.
- Por qué necesitas eso de mi?-. me confundí y baje la vista, enfocándome en las líneas de su cuerpo.
- Porque te he estado observando-. dijo en un tono silencioso-. Y pareces ser la persona que he estado buscando por tanto tiempo y que ahora me reúso a perder-. un escalofrió recorrió mi cuerpo cuando sentí la fría mano de Akaza juguetear con mi cabello-. Parece que se me ha dado una oportunidad para demostrar que puedo ser mejor de lo que he sido antes-. me sonrió de lado y se inclinó ligeramente hacia mi para besar mi frente-. Así que no sientas miedo, siempre te protegeré-. prometió.
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