Juntos Por Siempre| SasuSaku

Capítulo 3: el inicio de todo.

El mes fue muy deprimente para muchos niños y para otros fue el mejor día de sus vidas, llego la fecha de las adopciones, como la hipocresía es grande, embellecieron el edificio por dentro y por fuera, cerraron el agujero (así le decían a la habitación del castigo), mandaron a los niños a asear, a peinar y vestir bien. Dejaban lo más presentable posible para enamorar la vista de todos los padres que llegarían. Por lo regular, ellos llegan a verlos al área del jardín, si alguno llamó su atención se acercaban a conversar con el y posteriormente preparar la documentación para llevárselo a su nueva vida. En ese instante, habían muchas parejas hablando con algunos niños pero ninguno se acercaba ni a Sasuke, ni a Sakura, uno no sentía mucho interés en el tema pero la otra sí y le llenaba de temor no ser elegida.

Cuando las cosas no podían empeorar para dicha niña, una pareja se les acercó a ella y a Hinata, ambas estaban muy nerviosas, esperaban que se las llevarán juntas, incluso Sakura ya se había imaginado una vida diciendole mamá a esa bella mujer de ojos carmin y hermoso cabello negro o jugaría horas con su papá, el cual fumaba pero no le importaba, eran perfectos.

Sin embargo, las cosas no fueron como se esperaba, esa linda pareja eligió a Hinata y sin que ambas pudiesen hacer algo, los papeles fueron firmados, sellados y la pequeña paso a ser su hija bajo el nuevo nombre de "Hinata Sarutobi". Si eso tampoco fuera difícil de asimilar, el proceso fue tan rápido que no pudo despedirse y eso partió el corazón de Sakura. Debido a eso, salió corriendo del jardín con rumbo a un lugar alejado, atrás de ese edificio donde para su suerte no había nadie. Se sentó en un árbol donde lloró desconsoladamente, se quedó ahí hasta tarde, no dejaba de pensar que se habia quedado sola de nuevo, justo cuando habían hecho el pacto de celebrarse sus cumpleaños, cuando había llegado a sentir una luz de felicidad que le hizo entender el valor de una amistad sincera, lo perdió todo.

-- ¡Hola! disculpa que te tome así por sorpresa pero, ¿por qué lloras?

Una voz alegre la sacó de sus pensamientos, alzó la mirada cansada por haber llorado tanto. Frente a ella se encontro a un niño rubio de brillantes ojos azules sonreírle como si no vivieran una vida horrible.

Se talló los ojos agobiada.-- Lo siento, no te vi, ¿quién eres tú?

-- Mi nombre es Naruto Uzumaki y vine porque aquí olvide mi bufanda naranja.-- le enseñó una linda pero ligeramente desgastada bufanda.-- es esta, me fascina pero dime, ¿qué te paso?

--¿Por qué crees que te voy a decir? no nos conocemos y no creo que importe lo que tenga.

--¿Bromeas? si no importara no lloraras y si no me importara no te habría preguntado.--decia sentándose a frente a ella.

Sakura se sento con más comodidad, ya no podía negarlo, el tenia razon, lo que no podia creer es lo rapido que el confío en ella con tanta naturalidad.

--Mi nombre es Sakura Haruno y lloraba porque mi mejor amiga ya fue adoptada y no la volveré a ver nunca.-- dijo estallando en lagrimas de nuevo.

--¡Vaya! así que tu tambien tienes apellidos, sabes tengo un amigo que también es como nosotros, luego te lo presento pero ya no llores, se que es triste, a mi también me aterra que me separen de él y no lo vuelva a ver, imagino que tu deseabas que las adoptaran juntas, algo así me pasa a mi, no me gustaría vivir eso pero tampoco me gustaría seguir sufriendo en este lugar. Piensa que ella será feliz por fin.-- sonrio con gran entusiasmo.

Ella bajo la mirada mirando sus pies, entendía el punto de Naruto, si es verdad que deseo la adopción de ambas en una misma familia y convertirse en hermanas, así imagino su deseo de cumpleaños, mas no fue así, se la llevaron dejándola sola otra vez.-- En verdad quería que eso fuera así, ¿cómo llegas a querer tanto a alguien que lo ves como tu familia? es increible, asi la veia yo pero tienes razon, ahora ella será feliz.

--¡Sí! además no estas sola, yo seré tu amigo de ahora en adelante si no te molesta.--extendio su mano con mucha confianza a lo que ella lo miro detenidamente para despues estracharla con una tierna sonrisa.--¡Que amable eres! ¡ves, ya no te sentiras mal!

--Ojala todos fueran como tu, los demás niños y niñas me rechazan o se burlan de mi.--dice mientras arranca pequeñas hojitas del pasto.

--¡Así son todos aquí! pero porque se burlarian de ti si eres muy bonita, digo lo unico raro es tu frentesota.--el pobre chico tardo más en decir esa palabra que ella en estrellar su puño en la frente de él.--¡Ay! ¡mi cabeza! ¡mi cabeza!

La tierna cara con marcas de haber llorado horas se fue transformandose en un gesto de ira total.--¡A quien le dices frentona enano inadaptado! ¡me dices así de nuevo y te tumbo todos tus dientes de leche!

El niño la miro aterrado con una lagrima fuera del ojo, nunca en su vida había visto tal cosa, muy amable, muy adorable y ahora parecía el demonio mismo.-- ¡Dios! eres igual o peor que él, cómo puedes dar ternura y miedo al mismo tiempo, sabes para tu edad tienes mucha fuerza.

--Tu te lo buscaste.

--Esta bien, ya no lo volveré a hacer pero es mejor irnos, ya esta oscureciendo y todos se fueron ¡vamos, te acompaño a tu dormitorio!

Ella asintió jalando a Naruto con rumbo a su dormitorio, el cual era el de la puerta 5 y el chico le mostró que la suya es la 7, ironicamente frente a la suya. Esa noche la pequeña no se durmió al instante, por un lado, no olvidaba la partida de Hinata, la extrañaba y le era difícil imaginar una vida en ese orfanato sin ella pero se trataba de convencer de la felicidad de su amiga, ya no estaría atrapada. Por otro lado, se sentía feliz por tener una nueva amistad, le agradaba mucho Naruto, podía ser ingenuo y bobo pero sus palabras en segundos la hicieron olvidar su tristeza, transmitía una alegría muy anormal para llevar esa vida tan fea.

...

A la mañana siguiente se ve a una niña correr entre los pasillos de las literas de la puerta 7, después de lo de ayer, deseaba ir a ver a su nuevo amigo, quería conocerlo más y jugar en el jardín, mientras corría miraba todos los lugares buscándolo pero no lo miraba por ningun lado, así que comenzó a pasar a paso calmado gritando el nombre de Naruto para ver si así lo encontraba.

--Esta dormido.

Una voz la hizo voltearse, sentado en la litera de abajo, hay un niño de cabello negro y penetrantes ojos negros.

--Hola, buscaba a Naruto, él me dijo que este era su dormitorio.--decía medio nerviosa jugando con sus dedos por detrás.-- ¿lo has visto?

--Viniste muy temprano, a esta hora Naruto está muerto, esperate una hora más, o bien, dame un momento, esto nunca falla.--camina subiendo las escaleras, viendo al chico dormir abrazado de su almohada.-- Naruto, es hora de desayunar.

Dicho eso el rubio se despertó con rapidez y el otro chico se bajo de la litera.--¡Estupendo! muero de hambre, ¡vamos Sasuke!

El chico se bajo con gran energia y escandalo, haciendo que el otro frunciera el ceño, cuando el rubio miro a su amiga fue hasta ella saludándola.-- ¡Sakura! que bueno que viniste, ¡que te parece jugar más tarde! ¿ya se conocieron?

--No mucho, bueno, apenas llegue. Soy Sakura Haruno, mucho gusto.-- extendio su mano frente al chico de semblante serio.

Al oir su nombre completo este se somprendio, era como ellos.-- Mi nombre es Sasuke Uchiha.

Estrecharon sus manos y ese contacto despertó un cosquilleo en cada uno, algo raro pero mágico, muy extraño, imposible de definir con palabras pero real, con solo tocar sus manos.