Esta es la historia de un matrimonio poco usual, uno que no se creería real. Todo comenzó con el nacimiento de un amor a temprana edad, una amistad sincera, un vínculo especial y un secreto peligroso que hacen a esta pareja un dúo sádico e irrompibl...
La pequeña Sakura estuvo encerrada en esa penumbra, sola, sin escuchar nada, a oscuras y con frío, lo único que pudo hacer es quedarse sentada todas esas horas abrazando sus piernas y agachando su cabeza. Se sentía muy triste, a sus 5 años le ha tocado una vida de soledad, rechazo, malos tratos e injusticias, no comprendía como sus superiores podían ser tan hostiles con todos los niños, ¿pensaran que por ser huérfanos no valen nada? a lo mejor sí. Desde que tuvo uso de razón, ha deseado ser adoptada por una familia que la quiera, que la trate bien, que le hagan conocer el calor hogareño.
Al día siguiente, la pequeña cumpliría 6 años y no le emocionaba mucho, a nadie le importaba, ya estaba acostumbrada a pasarla sin ningún detalle, vivía ese día como cualquier otro.
Pasaron las horas y la pesada puerta fue abierta haciendo que entrará la potente luz cegando los ojos aqua de la niña, las encargadas entraron sacando a Sakura del brazo llevándola a los dormitorios. Ella camino a su litera, deseaba dormir después de haber pasado la noche más dura de su vida, sin embargo, no contó con la sorpresa de su amiga. Se giro viendo un desarreglado copete en azul marino cubriendo los ojos plateados de su amiguita y en sus manos un panquesito de vainilla.
-- ¡Feliz cumpleaños Sakura! me-me alegro de que hayas salido del agujero, sé que no te agrada tu cumpleaños pero yo, bueno, yo pensé que necesitarías un regalo.-- decía temerosa porque no sabía si lo que hizo es buena idea.
Sakura lejos de molestarse, sonrío, era lo más tierno que habían hecho por ella, es el primer detalle que le daban en su cumpleaños y no lo rechazaría.
-- ¡No puedo creerlo! es lo más lindo que me han dado este día, es un gran detalle, ¡Gracias Hinata!
-- A nadie de aquí le festejan su cumpleaños, eso es algo que todos tenemos en común, yo no sé como son los demás orfanatos pero este lugar es una cárcel.-- ladeo la cabeza en una mueca de tristeza.
-- Sabes, Hinata. Desde ahora en adelante te prometo que ya no pasaremos nuestros cumpleaños en tristeza, los festejaremos.--su amiga asiente muy emocionada, cruzando sus dedos meñiques como juramento.
Luego de su pacto, Sakura tomo su panecillo y se imagino que había una vela encendida, cerro sus ojos pidiendo un deseo "encontrar una familia y ser feliz, deseo conocer la felicidad" dicho eso imagino que le soplaba a esa vela, abrió sus ojos dándole la pequeña mordida a su pan. Para ella, no sera un pastel de chocolate con betún dulce, no sera en una gran fiesta, ni sera en su casa con sus padres y amigos pero la intención es lo que cuenta, esto era perfecto porque fue un obsequio del corazón.
....
En una parte lejana, dos niños jugaban en una de las partes traseras de los edificios, allá solían irse a divertirse sin los abusadores, ni la vigilancia de esas horribles mujeres. En ese lugar, podían platicar horas, claro, siempre y cuando llevaran control de la hora. Estando ahí, tocaron un tema que permanecía en tabú para ambos, mas, con su cumpleaños tan cerca.
-- Sasuke, ¿como llegaste aquí?
--Me abandonaron igual que a ti genio.-- contesto con obviedad, como si la pregunta hecha fuese bastante ridícula.
-- No, me refiero a si jamas te dijeron algo relevante de tus orígenes, me refiero a tu apellido, ellas no te pusieron tu nombre como a muchos, ¿como sabes que eres Uchiha?
El niño de ojos negros, lo miro con la mirada pensante, para ser sincero, no ha muchos les pasa lo mismo que a ellos dos.-- por lo mismo que tu eres Uzumaki, solo sé que en esa canasta había un papel con mi nombre "Sasuke Uchiha" pero no significa nada, un apellido ordinario.
El de ojos azul suspiro mirando el cielo con una sonrisa, misma que el otro no comprendía como podía mantener intacta viviendo una vida tan vacía.-- Sabes algo, tengo fe en que saldremos de aquí, tendremos una familia y seremos felices.
"Porque es un idiota soñador, esa es la respuesta. Bueno, es positivo en los peores momentos" pensó Sasuke mirando el cielo.
-- Espero tengas razón.
Muy en el fondo, presentía que ese no sería su destino, le gustaría equivocarse pero duda mucho que alguien quiera a un niño de malas aptitudes. En cuanto a la pregunta de Naruto, el no mintió, en el sistema del orfanato, si venías sin nombre ellos te daban uno hasta que tus futuros padres decidan quitártelo o dejártelo, pocos los casos de ellos dos, llegar con nombre completo. Él quiso hacerle creer que no le importaba pero sí había preguntado si su apellido lo conocían de algún lado, no obstante, jamás le dieron esa información, por lo que intuyó que era ordinario. Para unos niños, en su situación el amor es algo que buscan con desesperación pero también es un temor, pues no saben si es algo que tendrán, si serán los últimos en ser adoptados, si los abandonarían en ese edificio para siempre.
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