GRINDR |ZIAM|Ⓛ

UN REGALO PARA MÍ

Los días siguientes se repitieron, lo que hice el lunes, fue casi lo mismo que el martes, miércoles y jueves. Esos días bastante ocupados tanto por la universidad y las sesiones de fotos.

Lo de las sesiones, aunque pareciera fácil, lleva mucho más trabajo de fondo de que lo sé aparenta. Siendo sinceros yo pensaba que solamente era usar ropa y hacer poses, pero no. O sea, sí, pero no tanto de eso. La vestimenta debe quedar bien, si al director no le gusta como quedó el clip hay que volver a repetirlo hasta que, de forma muy literal, quede perfecto y muchas otras cosas que me da flojera mencionar.

El viernes por fin pude descansar un poco, aunque no mucho, ya que estuve todo el día haciendo un maldito informe y así tener libre sábado y domingo para estar con Liam.

Terminar ese informe en un solo día fue algo maravilloso. Cuando lo termine ya era bastante tarde.

—Vaya que te esfuerzas —hablo Brand tras de mí.

—Me gusta poner toda mi atención en Liam cuando estoy con él, por eso quise termine lo antes posible, para no andar preocupado de esto —respondí guardando mi informe.

—Liam es alguien con mucha suerte.

—Créeme, yo soy el afortunado. Y aunque no lo pienses, Liam hace lo mismo. Siempre adelanta trabajo para estar conmigo.

—Que lindos.

—Lindo te ves tú —le di un pequeño halago. Se estaba arreglando para su cita con Paul.

—Gracias —murmuró avergonzado.

Iba a decir algo más, pero mi móvil llamó mi atención. Una llamada de Liam.

—¿Estás bien? —preguntó rápido cuando conteste.

—Sí... —respondí algo agotado y estirándome—. Ahora voy, no te preocupes...

—Quédate ahí, voy por ti ahora —y colgó.

No me dio tiempo a responder ni a pensar en algo. Simplemente cortó. Me encogí de hombros.

—Bueno... me vendrán a buscar, me daré una ducha rápida —le informé a Brand.

Minutos después estaba vestido y listo esperando a Liam mientras hablaba con Brandon.

—Bueno, ya es hora —dijo Brand mirando su móvil. Justo en ese momento Liam me mandó un mensaje diciendo que estaba esperándome.

—Para mi igual —informe.

—¿Me veo bien? —preguntó por décima vez.

Me acerqué a Brand, quedé frente a él y suspiré. Llevé mis manos a sus hombros y empecé a arreglar pequeños detalles.

—Te ves increíble —le aseguré por último dando un pequeño arreglo a su cabello.

Asintió y los dos nos marchamos, claramente, a la salida nuestros caminos se separaron. Brand se juntó con Paul, que se veía espectacular y yo me fui al coche donde me estaba esperando Robert. No tardó en abrir la puerta trasera para que subiera y tras abrirla, dejó a la vista al hombre más sexy que he visto. Liam.

Subí al coche y me senté a su lado. Liam tenía su postura de follador, piernas abiertas y sus manos sobre sus piernas. Me incliné y le di un beso. La idea era darle un beso de saludos, pero me tomó de la nunca y me follo la boca son su lengua como si no hubiera un mañana.

—Vaya... alguien tiene mucho ánimo.

—Somos novios —respondió—. Tenemos que saludarnos como lo hacen los novios.

Sonreí al escuchar eso. De forma inconsciente nos pusimos aquel título y debo admitir que se siente bien escucharlo. Novios.

—Bueno... tú ya lo hiciste, ahora me toca a mí —dije divertido llevando mi mano a su entrepierna y apreté su pene.