Julieta no entendía del todo cómo había terminado embarcándose en aquel viaje con su amigo Rodrigo y los demás integrantes de la selección argentina. Sin embargo, lejos de quejarse abiertamente, se encontraba disfrutando de la experiencia, aunque de vez en cuando aparecían ciertas incomodidades menores que no lograba ignorar del todo.
La región de Brasil donde se hospedaban superaba sus expectativas. El paisaje era tan cautivador como todos aseguraban, un verdadero paraíso que la envolvía en una atmósfera exótica y vibrante. Además, la calidez de los lugareños contribuía a que se sintiera como en casa. Su modesto conocimiento del portugués, fruto de algunas clases previas, le permitía interactuar sin necesidad de recurrir a un traductor. Esto la hacía sentir más independiente, algo que valoraba profundamente.
—Bueno, ni siquiera hace falta que te diga quién es él —comentó Rodrigo, con una sonrisa cómplice en el rostro, al tiempo que se colocaba junto a una figura que Julieta reconoció de inmediato: Neymar Jr.
Ella esbozó una sonrisa cordial, tratando de contener la emoción que experimentaba al conocer a una de las grandes estrellas del fútbol mundial. Extendió su mano, presentándose con sencillez:
—Hola, me llamo Julieta —dijo, dirigiéndose al famoso deportista—. Perdón por esto, mi amigo estaba re insoportable con que te conociera.
Neymar, con la tranquilidad que lo caracterizaba, tomó la mano de la joven y, en lugar de simplemente soltarla tras el saludo, dejó un beso suave en el dorso.
—No te preocupes, linda —respondió con naturalidad, regalándole una sonrisa amistosa mientras mantenía la mirada fija en ella.
La escena, aunque breve, fue suficiente para que Rodrigo interviniera, riéndose mientras bromeaba con un tono protector:
—Bueno, bueno. Te la estoy presentando como amiga, no para que te la chamuyes —dijo, con una sonrisa pícara, mientras Julieta le daba un ligero golpe en el pecho en señal de reproche. —Voy a buscar más caipiriñas para los tres. Portense bien —añadió, levantándose y alejándose en busca de las bebidas, sin perder el humor.
Mientras Rodrigo se alejaba, Neymar y Julieta compartieron una mirada cargada de complicidad. Él no tardó en acomodarse a su lado tras una señal discreta de la joven, aceptando la invitación sin titubear.
Julieta observaba al jugador, quien, sentado junto a ella, parecía relajado bajo el cálido sol brasileño. Mientras lo miraba, el reflejo de la luz sobre el rostro de Neymar le dificultaba mantener la conversación de manera cómoda, así que decidió levantar la mano, creando un pequeño techo sobre sus ojos para evitar el brillo que la molestaba.
—¿Te sentís más cómodo hablando en español o en portugués? —preguntó, buscando facilitar la charla, y deseosa de crear un ambiente más relajado para ambos.
Neymar la miró con una sonrisa amable, su tono despreocupado contrastaba con la dulzura que desprendía su español.
—Con cualquiera de los dos, pero a veces prefiero el portugués —admitió, divertido ante el interés de la joven.
A Juli le resultaba simpático su acento en español, pero no tenía inconveniente en cambiar al idioma local si eso lo hacía sentir más cómodo.
—Então podemos falar em português. Não me incomoda —respondió ella, con una ligera mueca de aceptación mientras asentía, demostrando que estaba dispuesta a adaptarse. (Entonces podemos hablar en portugués. No me molesta)
El futbolista, manteniendo el mismo tono distendido, aprovechó la oportunidad para indagar sobre la relación que ella tenía con su amigo en común.
—Você e o Rodrigo são mais que amigos? —preguntó, alzando una ceja con curiosidad, aunque su tono no denotaba más que simple interés. (¿Vos y Rodrigo son más que amigos?)
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redhead - leandro paredes
FanfictionJulieta probablemente no se había odiado con alguien tanto como lo hacía con Leandro. O bueno...eso le hacían creer a todos. +18 modismos argentinos prohibida la copia total, parcial o adaptaciones de esta historia