La primera cena en el hotel ya había comenzado. Julieta se encontraba sentada en una mesa rodeada de amigos, entre Rodrigo y Paulo. La atmósfera era relajada y alegre, y las risas llenaban el aire mientras conversaban.
En ese momento, Paulo, había soltado una de sus típicas bromas. Su comentario, aparentemente trivial pero cargado de humor, hizo que Julieta estallara en carcajadas. La risa contagiosa de la pelirroja se mezclaba con el sonido de las conversaciones.
Rodrigo, sentado a su lado, también se reía, disfrutando del buen ambiente y de la compañía. Entre sorbos de cerveza y risas, el grupo se relajaba y disfrutaba de la noche.
—Te estás levantando a Neymar, nena —comentó la "joya" con una sonrisa traviesa, mientras le daba un codazo a Juli—. Ni lenta ni perezosa.
—Deja de decir eso, que alguien te va a escuchar y van a empezar a joderme. Aparte, nada que ver.
Rodrigo, que había estado escuchando la conversación, decidió intervenir con una sonrisa socarrona.
—Se está reservando para Leandro —susurró, uniéndose a la charla—. Ya sabes cómo son las cabecitas enamoradas.
—¿No pueden shippearme con alguien más que no sea ese boludo? —preguntó Juli, claramente irritada.
—No, porque nos encanta ver cómo te enojas —respondió Paulo, disfrutando claramente de la situación.
—Callate, Paulito hermoso —dijo la Colo, con un tono que mezclaba enojo y resignación.
De Paul, sin perder la oportunidad de agregar más picardía al asunto, continuó con un tono meloso.
—Igual, ¿por qué tanta bronca con él? Si es un amorcito —dijo, exagerando el tono cariñoso para provocar una reacción.
Julieta frunció el ceño y se cruzó de brazos, haciendo un gesto de desdén.
—Bueno, tan amorcito no es claramente si vive jodiéndome, tocándome o tirándome del pelo, incluso reclamándome cosas que no tienen sentido —dijo, haciendo un montoncito con las manos en señal de desagrado—. No me cabe.
—No quiero decir nada, pero lo digo todo, Juli.
Julieta, ahora más curiosa que molesta, miró con interés al castaño.
—¿Qué decís? —preguntó, esperando una explicación que pudiera aclarar la situación.
Paulo no tuvo oportunidad de responder, ya que Enzo decidió intervenir de manera inesperada. Con una serie de aplausos que resonaron en la sala, capturó la atención de todos los presentes. La súbita interrupción logró que las conversaciones se detuvieran de inmediato y que todos los miraran.
Enzo, con una expresión de entusiasmo y satisfacción, se levantó de su asiento y tomó el centro de la atención. Aprovechando el momento, anunció con voz clara y enérgica:
—Hey, presten atencion gato —dijo, asegurándose de que cada palabra llegara a todos los rincones del salón—. Después de la cena, hay joda en la zona privada de las piletas.
Su anuncio fue recibido con una oleada de murmullos emocionados y miradas curiosas. La promesa de una fiesta al borde de la piscina parecía haber revitalizado el ánimo del grupo, que comenzaba a anticipar la diversión que les esperaba.
—Bueeeno, me voy a cambiar —anunció Juli con un tono decidido, mientras le daba unos golpes amistosos en la espalda tanto a Rodrigo como a Paulo—. Nos vemos allá.
Con un último trago de la cerveza que le quedaba en el vaso, Julieta se despidió con una sonrisa y un gesto de mano. Su movimiento rápido y seguro le ganó un silbido de sorpresa por parte de su mejor amigo, quien observó con admiración el estilo despreocupado de Julieta al manejar la bebida.
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redhead - leandro paredes
FanfictionJulieta probablemente no se había odiado con alguien tanto como lo hacía con Leandro. O bueno...eso le hacían creer a todos. +18 modismos argentinos prohibida la copia total, parcial o adaptaciones de esta historia