SEIS

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(Todas las frases que estén escritas entre [] quiere decir que están siendo en lengua de señas)

Estaba caminando por la orilla de la playa, pensando en lo que había pasado con Neteyam.

La escena se repetía una y otra vez en mi mente. Aún sentía el cosquilleo de su susurro en mi rostro y el calor de su mano sobre la mía.

Ahí estaba otra vez ese nudo en el estómago.

Carajo.

- ¡No te metas, no lo conoces!- los gritos de mi prima atrajeron mi atención.

La vi a lo lejos, caminaba molesta y detrás de ella venía Aonung.

- No necesito conocerlo para saber lo que es Tsireya. Es una cuatro dedos por lo tanto te prohíbo que te acerques a él.- mi primo se veía realmente molesto.

Quise intervenir, pero las veces que lo había hecho en ocasiones anteriores, no había terminado bien porque siempre me pedían que tomara partido por alguno de los dos y por supuesto yo no accedía a eso.

- ¡Tú no puedes prohibirme nada Aonung. No eres mi padre!- exploto mi prima.

Tsireya solía ser una chica tranquila y pacífica, era poco usual verla molesta. Esa parte casi siempre me la dejaba a mí.

-  Claro que puedo, soy tu hermano. Tu seguridad también es mi responsabilidad.

- Por favor Aonung- soltó una risa sarcástica- No finjas que haces esto por mí. Sabes perfectamente que esto es por celos. Estás celoso de los Sully porque en dos semanas han logrado mucho más que tú en toda tu vida.

- Cierra la boca Tsireya o...- la discusión se estaba saliendo de control, cada vez alzaban más la voz.

- ¿O qué Aonung?- mi prima lo seguía provocando- ¿Iras a decirle a mamá y papá que me viste nadando con Lo'ak? Pues corre, ve.

Mi primo la miraba estático, sin decir nada, solo apretaba sus puños a tal punto que sus nudillos se tornaban blanquecinos por la presión.

-- Ahora no dices nada, eres patético Aonung, solo porque tú no tienes a nadie, quieres que todos sean igual de infelices que tú.

Realmente Tsireya se estaba pasando de la raya.

-- No vuelvas a molestarme y tampoco a Lo'ak, o te las veras conmigo.

Dejando con la palabra en la boca a Aonung, mi prima se dio media vuelta y se marchó.

Mi primo respiraba pesadamente y seguía con la mirada fija en el piso.

- ¿Aonung?- me acerqué con cuidado, no quería parecer una entrometida.- ¿Estás bien?- puse mi mano en su hombro buscando darle algo de contención.

Cuando salió de su trance, su mirada se cruzó con la mía por unos segundos y sin decir nada me aparto bruscamente y corrió en dirección a la playa, dejándome aturdida por unos segundos ante su actitud.

Volví a la playa, creí que lo mejor era que tanto Tsireya como Aonung se calmaran antes de interceder, aunque esta vez era diferente.
De todos los años que llevamos de vida, jamás los había visto discutir así.

Tsireya fue cruel, no me imagino que pudo haberle molestado tanto para atacar así a su hermano.

Me preparaba para ir a dar una vuelta en Ilu, recorrer el mar me relajaba.
Estaba terminando de ajustar las correas de la montura cuando vi a la distancia un grupo de jóvenes alejándose del arrecife.

Sabía quienes era. Y también sabía hacia dónde se dirigían.

Aonung, Rotxo y Lo'ak se movían a gran velocidad hacia las islas prohibidas.

TE VEO - NETEYAM SULLY (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora