VEINTIUNO

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Pov Laia

- Necesito saber qué paso por tu cabeza cuando decidiste acompañar al chico Sully.- la mirada inescrutable de mi tío no daba tregua- ¿Te das cuenta del peligro al que te expusiste?

- ¡Pero no paso nada!- chillé- Estoy bien y Lo'ak igual, además descubrimos la verdad sobre Payakan- dentro de mí, aún había esperanza de que mi tío cambiará de opinión y escuchara lo que tenía que decir- Él no es un asesino y...

- ¡No me importa en absoluto!- me interrumpió- Estoy muy decepcionado Laia.- sentí el peso de su cuerpo caer a los pies de mi cama.- Le prometí a tu padre que te cuidaría. Sabes que te quiero como a una hija, pero a veces haces tan complicado mantenerte a salvo.

Era muy injusto.

Agradecía que me cuidarán, eso dejaba en evidencia el cariño que sentían por mí y por mis padres, pero si para ellos, protegerme era encerrarme entre cuatro paredes para que nada ni nadie se acercara, no estaba de acuerdo.

-- Te perdiste el nacimiento de It'ey.

- Lo siento, no pensé qué el pequeño tuviera tanta prisa por salir.- mi chiste no aliviano el ambiente ni por un momento.

- Por poco y no lo logra. Todo se complicó a último momento y tú ¿dónde estabas?... Con el chico Sully intentando defender lo indefendible.

Clave mis uñas en las palmas de mis manos con tanta fuerza que pequeñas gotas de sangre emergieron de ellas.

No quería responder con algo de lo que después me fuera a arrepentir. Toda la situación del parto fue más que complicado, por poco, y el pequeño It'ey se va a los brazos de Eywa.

Supongo que todo eso es lo que tiene a tío Tonowari tan alterado.

-- Tienes prohibido pasar más allá del arrecife.-soltó sin despegar la mirada del suelo.

Asentí, dándome por vencida con el castigo que me quisiera imponer, mi única esperanza era que una vez que It'ey este fuerte y sano, el enojo de mi tío desaparecería y todo esto quedaría en el olvido.

-- Y tienes prohibido volver a juntarte con Lo'ak Sully.

- ¡¿Qué?! ¡No puedes prohibirme eso!- gruñí. Sus palabras me habían tomado desprevenida.

- Claro que puedo. Tu bienestar es mi prioridad, y ya me quedo claro que si te juntas con él, estoy lejos de lograr mi cometido.- se puso de pie para retirarse de mi habitación, él ya había dicho la última palabra, pero yo no.

- No me alejaré de Lo'ak, él es mi amigo y me niego a seguir órdenes tan absurdas solo porque no son capaces de ver más allá de sus narices.- estaba hablando desde el fondo de mi ira.

- Escúchame bien niña terca.- sus ojos estaban inyectados en enojo, claramente no esperaba que mi lengua arisca y venenosa se atreviera a contradecirlo.- Tienes prohibido acercarte a Lo'ak Sully y a toda su familia hasta que yo decida que estás actuando con la cordura y sensatez necesaria para alguien en tu posición.- su dedo índice me apuntaba de manera amenazante- Y deberías agradecer que no le he comentado esto a tu tía, porque sabes que la indulgencia no es una de sus cualidades.

Y como si me hubiera hecho un favor, salió de la habitación dando un portazo que hizo temblar los adornos que colgaban de las paredes.


- ¿Estás bien?- Tsireya entro a la habitación frenando de golpe para darle tiempo a sus ojos de acostumbrarse a la falta de luz.

Llevaba todo el día encerrada, la pelea y el castigo de mi tío me tenían de muy mal humor. 

TE VEO - NETEYAM SULLY (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora