VEINTISIETE

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Pov Laia

La isla era toda fiesta.

Cuando un recién nacido era presentado ante Eywa y pasara a formar parte como uno más del clan, era tradición hacer una celebración en su honor.

Esta vez esa celebración era por It'ey, mi pequeño primo, quien se unió a nosotros hace ya casi un mes.

Como It'ey era desentiende directo de los líderes de nuestro clan, la fiesta tomaba un tinte aún más relevante, ya que era probable que, algún día, llegará a ser un Olo'eyktan, así que como era de esperarse no se escatimó en comida y decoración.

Un exquisito aroma inundó mis fosas nasales cuando pase cerca de la playa, ya estaba todo listo y los na'vi se habían comenzado a juntar a la orilla del mar, lugar donde se llevaría a cabo la presentación del pequeño.

El agua brillaba gracias a las pequeñas luces flotantes que se habían dispersado para la ocasión, y los cánticos que comenzaban a escucharse por parte de las mujeres mayores de la isla alegraban aún más el ambiente.

- ¿Qué opinas?- Tsireya se acercó abrazándome por la espalda.- ¿No crees que es demasiado?

- Para nada- respondí, dejando un beso en su frente- Creo que todo quedó increíble.

Mi prima había trabajado por semanas organizando cada detalle de la presentación de su hermano menor.

- Ow, gracias. Espero y mamá opiné igual que tú.

Asentí en silencio admirando cada una de las decoraciones. Tisreya realmente tenía talento en esto.

-- ¿Estás bien?- sus ojos preocupados me analizaron de pies a cabeza.

- Claro Reya, estoy perfecta.- respondí con una sonrisa convincente que dejaba a la vista mis colmillos.- ¿Por qué lo preguntas?

Mi prima me miro alzando una de sus cejas- El cansancio se te ve desde la isla contigua.- la chica a mi lado me observaba con una mirada pícara. - Pero tienes una sonrisa que te ilumina el rostro.

Con tan solo escuchar esas palabras los recuerdos de anoche llegaron a mi mente. Prácticamente, no había dormida nada, pase la noche con Neteyam y no precisamente conversando. Me duelen músculos del cuerpo que no sabía que tenía y siento mi boca arder por la cantidad de horas que los labios de Neteyam estuvieron sobre los míos. Y como si eso no fuera poco, Keryn me ayudo y mi aventura nocturna paso tan desapercibida, que no hubo pelea ni recriminación que me pudiera bajar de la nube en la que estaba.

-- ¡Hey! Laia.- un golpe en las costillas me volvió a la realidad.

- Auch Reya.- gruñí encogiéndome por el dolor.

- Necesito detalles.- demando mi prima.- Es injusto y hasta cruel que no compartas la información sabrosa conmigo.

- Calla Tsireya, recuerda que las paredes tienen oídos.- la reprendí

- Aguafiestas. Jamás me cuentas las partes importantes.- como si fuera una niña pequeña, mi prima se puso firme cruzando sus brazos delante de su pecho.- Por Eywa el muchacho logra separar tu mente de tu cuerpo y tú no quieres contarme el porqué.

- No creo que sea un buen momento para tocar esos temas.- explique.- Además tú ya tienes tu Sully. ¿Para qué necesitas saber lo que yo hago con el mío?

Antes de que mi prima pudiera responder con lo que imagino, era otro muy bien elaborado argumento sobre la confianza entre primas y todo eso que habitualmente menciona. Keryn apareció junto a nosotras para cortar la conversación.

- Hola chicas, ¿interrumpo?.- agradecí internamente a Eywa por apiadarse de mi pobre alma, que de no ser por el nuevo integrante que se unía a nosotras, Tsireya era capaz de raptarme solo para sonsacarme detalles sobre mi vida privada con Neteyam.

TE VEO - NETEYAM SULLY (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora