DIEZ

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Pov Neteyam

Llevábamos más de media hora buscando a los tortolitos.

Sentía el estómago apretado. Cada vez que veía moverse alguna rama se me erizaba el cabello de la nuca pensando que nos habían descubierto.

- ¿Y si regresamos?- Laia estaba nerviosa.

- Aún no, ya debemos estar cerca.- quise tranquilizarla, no quería que se fuera. No la había visto en días. Intentaba topármela por la isla, pero siempre que la veía estaba ocupada y me daba pena interrumpirla en sus tareas y meterla en problemas. 

- Está bien, pero si no los encontramos pronto, nos devolvemos.- ordeno.

Es tan mandona, me encanta que tenga una personalidad fuerte y es tierno como se forma una pequeña arruga en su nariz cuando algo no le parece.

Ha rondado mi cabeza toda la semana y sigo sorprendido por como se abrió conmigo. 

Bueno, no del todo, de hecho solo lloro contra mi pecho, pero era algo y considerando todo lo que me había dicho su prima, era en realidad mucho más que solo algo.

He aprovechado las lecciones con Tsireya para hablar de Laia, al menos cuando mi hermano no está pegado a ella, y me ha dicho mucho, pero a pesar de que nuestros momentos juntos han sido de otro nivel, siento que aún falta algo. 

El comportamiento de Laia a veces me hace creer que solo soy yo el interesado, lo cual es muy molesto y frustrante, pero luego ocurren cosas como las del otro día y con una sola sonrisa de su hermoso rostro mis esperanzas vuelven. 

- ¿Sabes si Lo'ak les ha dicho algo sobre su relación a tus padres?- hizo unas comillas con sus dedos cuando dijo relación.

- Nada oficial, por órdenes de tu prima, pero es obvio que sospechan. Mi madre tiene como un sexto sentido para esas cosas.- respondí.

- ¿Tú crees que vayan en serio? Digo, Tsireya jamás había hecho nada como esto por algún chico.

- Creo que eso es algo que solo podría responder mi hermano o tu prima. 

Laia asintió sin decir nada más.

-- ¿Y tú?

- ¿Yo qué?- Laia estaba a la defensiva, de las primeras cosas que note en ella, es que no es muy buena recepcionando preguntas sobre sentimientos o vida personal.

- ¿Alguna vez haz hecho algo similar por un chico?- mis ojos se posaron en ella, a veces su cuerpo y sus gestos daban más respuestas de las que ella quisiera demostrar.

Lo pensó por un momento, maldición, no debí haber preguntado, ahora sentía mi cara arder, ¿acaso estaba... celoso?

- Creo que no, no soy del tipo de chicas que suelen romper las reglas.- me volvió el alma al cuerpo con su respuesta. Fue como si me hubieran tirado encima un balde de agua congelada.- Eres una mala influencia Sully.- sonrió.

Esa sonrisa. 

- ¿Eso quiere decir que nunca te has enamorado? Porque arrancarse a media noche para ver a alguien sabiendo que te puedes meter en problemas, solo se puede tomar como un acto de amor.

- Sí, una vez, pero jamás volverá a ocurrir. El amor te vuelve débil. Sentir te hace débil.- respondió más rápido de lo que hubiera pensado, y ni siquiera titubeo.

Debo admitir que su respuesta no fue la que yo esperaba, no estaba ni cerca de lo que yo quería oír, pero no me iba a dar por vencido.

- ¿Y si llega alguien que cautive tu corazón y te demuestre que las cosas pueden ser diferentes?

TE VEO - NETEYAM SULLY (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora