DIECISÉIS

536 43 4
                                    

Pov Neteyam

Pase toda la mañana ayudando a papá. Mi humor estaba de maravilla, a tal punto que hice cosas que cotidianamente odio hacer, como ayudar a mi madre en la cocina y traer leña para todo lo que queda de semana.

- ¿Quién eres tú y que le hiciste a Neteyam?- bromeo mi padre cuando entre con la quinta cesta rebozando de troncos. 

- Qué chistoso.- bufé, dejando el canasto en el piso y comenzando a ordenar la leña junto a la que había traído anteriormente.

- Creo que su buen humor tiene nombre.- grito Kiri entrando a la sala. 

- ¿Ah si? ¿Y quién es la afortunada?- pregunto mamá uniéndose a la conversación.

- Desafortunada querrás decir.- agrego Kiri.

Mire a todos de mala manera dando a entender que sus bromas no me hacían gracia alguna.

- Espero que sea alguien que valga la pena.- siguió papá

- En eso estoy de acuerdo.- respondió mi madre, hablando como si yo no estuviera parado justo a su lado.

- ¿Y quién sería alguien que valga la pena para ustedes?.- me molestaba que mi padre siempre quisiera imponer su voluntad en cada aspecto de mi vida.

- No lose.- mi padre se pasó la mano por la barbilla rebuscando nombres que cumplieran con las características que debía tener la mujer que fuera mi futura compañera.- Hay una chica como de tu edad a cuatro cabañas, no recuerdo su nombre, pero ella me parece un buen partido.

Iba a abrir la boca para contradecir su palabra, pero mi madre se adelantó.

- No, la pobre chica carece de personalidad.- increpo.- No es digna de mi Neteyam.

- ¿Entonces querida?

Mi madre me miro y luego a papá.

- Creo que en esta isla las únicas chicas decentes son la hija y sobrina de Tonowari.- dijo tomando asiento junto a mi padre.- Tú pasas mucho tiempo con Laia, los he visto, pienso que formarían una linda pareja.

Kiri me dio una sonrisa cómplice. Que mi madre aprobara a Laia y Tsireya era fantástico, porque ella nunca se equivoca a la hora de juzgar a alguien, además su palabra vale mucho para mí. 

- No les metas ideas en la cabeza cariño.- increpo papá- Sabes que Ronal no lo permitiría. Es mejor que se mantengan así, como amigos y nada más. Ya llegará alguien que te robe el corazón, aún eres joven.

- Esa mujer...- gruño mi madre.- Nuestros hijos son lo suficientemente buenos para estar con su hija o sobrina si así lo desean.- mamá se paró de la mesa enojada. A paso rápido la vi desaparecer por la puerta de la cocina. 

- Querida, no era lo que trataba de decir...- papá se puso de pie para seguir a mamá. Sabía que estaba en problemas. 

Mi madre no soporta el hecho de que nos crean inferiores por tener sangre de Avatar o de «demonio» como otros lo llaman, corriendo por nuestras venas. Mis hermanos y yo nacimos y crecimos en pandora y aunque en momentos papá se resigne a aceptar que nos miren mal, mi madre le hace frente a la situación defendiéndonos con uñas y dientes si es necesario.

- Eso estuvo intenso.- susurro Kiri para que nadie escuchara su conversación.- Imagínate papá supiera que técnicamente estas en una relación con la sobrina del jefe. Te cortaría la cola.

Trague grueso. 

Mi padre era el menor de los problemas en este momento.

No me quiero ni imaginar lo que dirán Ronal y Tonowari cuando se enteren de que Laia y yo estamos juntos.

TE VEO - NETEYAM SULLY (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora