DOCE (PARTE III)

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¡ATENCIÓN! Este capítulo contiene escenas explícitas y de contenido maduro. 

Pov Neteyam

El atardecer ya había quedado atrás hace horas.

Habíamos estado conversando y riendo tan amenamente alrededor del fuego, que el tiempo pasó volando.

Laia, Kiri y Tsireya estaban jugueteando en la orilla del agua.

Los chicos y yo seguíamos sentados al rededor de la fogata hablando sobre cualquier cosa que Aonung y Rotxo considerarán importante.

Debes en cuando miraba hacia donde se encontraba Laia, y para mi sorpresa cada vez que lo hacía, ella también me estaba mirando a mi.

- Tengo hambre.- se quejo Rotxo.

Todos nos reímos cuando un gruñido que provenía de su estómago hizo eco entre el círculo que habíamos formado.

- Maldición Rotxo- Lo'ak lo miro arrugando la nariz en un gesto de asco.

- No se rian- el chico estaba avergonzado.- Enserió tengo hambre.

- Creo que esta vez apoyaré a Rotxo- se sumo Aonung aún riéndose de su amigo.

- Esta bien, esta bien- dijo Lo'ak levantando las manos en señal de rendición. De inmediato dio un silbido que alertó a las chicas.

- ¿Que sucede?- pregunto Tsireya tomando asiento al lado de Lo'ak.

- A Rotxo le dio hambre. Y creo que si no lo alimentamos pronto, algo podria salir de dentro de el y atacarnos.- respondió mi hermano.

Como si el estómago de Rotxo supiera que hablábamos de él, volvió a soltar un fuerte rugido.

Tsireya soltó una risita- Esta bien. Aprovechemos para darle la la última sorpresa a la festejada.- con cuidado la chica tomó el pastel y se lo entregó a Laia.

- Espero que te guste- añadió Kiri- Tuk me ayudo a prepararlo.

- Es hermoso Kiri, todo esto es... perfecto.

- Dejen de hablar y sirvan pastel- se quejo Rotxo.

- Por Eywa, ¿acaso no sabes cerrar tu boca?- Tsireya le tomo una oreja y la levanto con fuerza.

- Au au au, esta bien, tú ganas. Suéltame porfavor.- lloriqueo.

Una vez que pusieron a Rotxo en su lugar, todos esperamos pacientemente a que Laia cortara y repartiera su pastel.

- ¿Enserió me darás tan poquito?- otra vez Rotxo. Acababa de recibir su rebanada y su plato ya estaba vacío.

- ¿Y tu pastel?- le pregunto Kiri.

- Pues me lo comi, cocinas muy bien Kiri.

Mi hermana lo miro fascinado por el cumplido que acababa de darle.

- Toma- le dije extendiéndole mi plato.

- ¿En serio?- los ojos de Rotxo se iluminaron.

- Si, adelante. Tómalo, haber si así te callas de una vez- me reí.

- Sabes que podría besarte de la emoción ¿cierto?

- Guarda eso para Kiri- hice una mueca de asco

Tanto Rotxo como Kiri se sonrojaron. Era tan obvio que ese par sentían lo mismo el uno por el otro.

TE VEO - NETEYAM SULLY (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora