VEINTE

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(Todas las frases que estén escritas entre [] quiere decir que están siendo en lengua de señas)

Pov Laia

- ¿Lo'ak estás seguro de hacer esto?- le lancé un trozo de pescado a mi ilu, quien pasaba su hocico insistentemente por mi vientre para que me diera prisa.

- ¿Ahora lo estás dudando?- pregunto con una mirada desaprobadora- Prometiste que me acompañarías.

- Sé lo que prometí y pienso cumplirlo, solo te estoy dando la última oportunidad para... ¿reconsiderarlo?- aun con la escasa luz del alba aproximándose y la lejanía entre ambos, pude sentir a Lo'ak tensarse de pies a cabeza- Sabes que las consecuencias no serán leves si llegan a descubrirnos.

- No tengo nada que reconsiderar.- gruño a la defensiva, mientras guardaba algo de comida dentro de un pequeño bolso.- Esta es la única manera que tengo para demostrarles a todos que Payakan no es un asesino. Pero si temes a las represalias, te libero de la promesa y puedes marcharte, haré esto solo.

- ¿Y perderme la diversión?, olvídalo. Somos amigos y siendo sinceros, tampoco es que me destaque por mi buen comportamiento.- me encogí de hombros sin intención alguna de abandonarlo, no ahora.

Lo'ak me dio una sonrisa de labios cerrados, y siguió con lo suyo cuando me vio decidida colocando la montura sobre el lomo de Mokkay.

- ¿Cómo te fue con Tsireya? Por un momento pensé que nos acompañaría.

Ya nos encontrábamos más allá del arrecife y la luz del sol, que cada vez estaba más alto, comenzaba a cosquillear la piel de una manera agradable.

- Lo intente- dijo con voz débil- Intente explicarle, pero cuando escucho el nombre de Payakan, grito que estaba loco y que debía alejarme de el de inmediato.

- Tranquilo, ahora averiguaremos que fue lo que paso y ella no tendrá más opción que creer en ti.

Seguimos con nuestro camino, aún nos faltaban varios kilómetros para llegar al lugar donde Lo'ak solía encontrarse con Payakan, el Tulkun exiliado.

El viaje fue divertido, disfrutaba estar con Lo'ak. En estos meses, nuestra amistad había comenzado a escalar mucho más y con seguridad puedo decir que se había vuelto un amigo de mi total confianza.

- ¡Allí está!- una cola conocida por mi acompañante se asomó desde el agua.- Sígueme.

Avanzamos unos metros, pero Mokkay se mostró reacia a continuar. La historia del Tulkun asesino era conocida por más de una criatura que habita las inmensas y profundas aguas que nos rodean.

- Tranquila, pequeña, yo te cuido.- le acaricie la cabeza e intente transmitirle paz a través del vínculo que nos unía. Eso fue suficiente para que acortáramos el espacio que nos separaba de nuestro objetivo.

- [Hola amigo, ¿cómo estás?]- espere paciente a las espaldas de Lo'ak, aún no sabía cuál era el plan que quería llevar a cabo.- [¿La recuerdas?]

Los ojos del animal pasaron de Lo'ak para posarse en mí.

- [Claro, ella es la chica valiente que mato al Akula]

- [Sobre eso... gracias por salvarnos, no estaría aquí de no ser por tu ayuda.]- respondí un poco avergonzada por haber dejado pasar tanto tiempo.

Luego de qué tía Ronal y Neytiri curaron mis heridas, Lo'ak me contó como fue que logramos llegar de regreso a la isla.

Payakan nos había encontrado a ambos flotando a la deriva, y no dudo en recoger nuestros pequeños cuerpos para evitar que siguiera entrando agua en nuestro sistema. Desde entonces, Lo'ak visita a menudo al animal. Era evidente que ellos dos formaron una conexión especial desde el minuto en el que se conocieron.

TE VEO - NETEYAM SULLY (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora