-No me parece que haya realmente nada por descubrir.
-Por ahí eso es lo que hay que descubrir.
-Es contradictorio, pero tal vez sí. Tal vez no hay una meta, sino sólo un camino, un proceso hacia la muerte. Y esto es lo último que me vas a escuchar decir en nuestra conversación existencial porque estoy harto de darle tantas vueltas a la vida. Vamos a tomar algo.
Bean dio por terminada nuestra conversación y nos subimos al auto. Acabábamos de terminar un operativo de cuatro horas y habíamos quedado estúpidos.
Fuimos al mismo bar de siempre -el suyo-, y nos sentamos en el patiecito bajo la tenue luz del sol de la tarde. Bean pidió una cerveza y yo un gin con agua tónica.
Después de un rato de hablar del trabajo, y de la vida social del reino unido, volví a caer en el asunto del sentido de todo. Estaba harta de escucharme a mí misma darle vueltas al mismo tema, pero mi lengua decidía antes siquiera de que pudiera procesar mis pensamientos, y aparentemente mi lengua quería hablar de ello.
-Maga, me tenés harto. Sé que estás pasando por un momento de mierda, no quiero ni imaginar cómo te sentís. Pero, ¿qué son todas estas preguntas sobre la vida? O mejor aún, ¿Qué mierda te hace pensar que yo te puedo responder?
-Me siento perdida.
Bean apagó su cigarro contra el cenicero y suspiró, asintiendo deliberadamente con la cabeza.
-Yo también me siento así a veces. A veces dura un tiempo largo, a veces es sólo un suspiro.
-¿Y qué haces cuando eso pasa?
Terminé mi tercer trago y le hice señas a Carlitos para que me sirviera uno más. Bean se encogió de hombros e hizo un gesto gracioso, como si no tuviera idea. Y es que probablemente no la tenía.
-No hay nada ni nadie que nos pueda llenar el vacío frío, húmedo y profundo de existir, ni nada de dónde agarrarse.
Sonreí, porque aunque mi compañero odiaba las conversaciones filosóficas, se dejaba llevar y divagaba a través del lenguaje, y me agradaba ver que yo era alguien que despertaba eso en él. Especialmente en un idioma que no era el propio, que recién comenzaba a paladear, pero que dominaba cada vez más.
Rodó los ojos en señal de burla y siguió bebiendo.
-Maga, creo que es obvio que no tengo las respuestas que buscas. Soy una mezcla de malos hábitos y resignación. Un indigente con adicción a las sales de baño sabe más sobre la vida que yo.
-Está bien.- Alcé las manos en señal de rendición.- No voy a joder más con eso. Perdón.
-Volvamos, hay papeleo que hacer. ¿Qué día es hoy?
-Jueves quince de octubre.
Terminamos nuestras bebidas y volvimos al trabajo, intentando pretender que no estábamos completamente borrachos y agotados.
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TODO LO QUE HICE MAL
Fiction générale"No hay fórmulas mágicas, no hay sustancia ideal, no hay rezo que alcance. En vano es intentar acabar con el vacío" Maga es una joven policía con un severo problema de consumo. Tyler es un adicto en recuperación que se gana la vida en el negocio de...