La familia Nie [finalizada]

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Jin Guangshan no estaba contento, en lo absoluto. Hervía en rabia cada que escuchaba de su nuera el nombre de ese bastardo de Nie Wuxian.

Las últimas palabras que le dio en esa conferencia de emergencia lo dejaron deseándole la muerte, que haya tomado para él los restos de la secta Wen lo hizo sentir impotente.

—La boda de A-Xian será en primavera, mi didi está tan emocionado por eso.

Jin Guangshan se interesó de inmediato, ¿cómo podía arruinar a Wei Wuxian? Arruina su boda, por supuesto.

***

Los rumores comenzaron de inmediato, esparciéndose por el mundo de Cultivo como si fuese pólvora.

"Escuché que Nie Wuxian se negó a destruir sus armas".

"Escuché de un primo que vive en Qinghe que practica cultivo demoníaco y se niega a llevar su espada".

"Yo escuché que su matrimonio con la secta Lan es una manera que el líder de la se ta Nie encontró de mantener a Raya a ese monstruo".

"Sí, estoy seguro que es eso. ¡La primera vez que se vieron el educado Lan Wangji lo tiró de un empujón! Estoy seguro de que lo odia".

Nie Wuxian dejó de salir de casa, la producción de sus túnicas nupciales se detuvo a orden de su hermano mayor.

—Deja que se calmen las cosas, tenemos todo el tiempo del mundo.

Las voces comenzaron a abrumarlo, el consuelo del sexo volvió a ser su escape de la realidad, la pura denigración en la cama, los insultos de su prometido que posteriormente se calmaban con besos y caricias, recordándole que todo era un juego, que sólo le habló así porque él se lo pidió.

Nie Wuxian sabía que en cualquier momento podía decir su palabra segura, al momento de pronunciarla, todo se detendría.

Le gustaría que fuese de la misma manera para el resto del mundo.

***

La costurera lo miró mal.

—Adelgazó, Tercer Maestro. Las medidas que le tomé son inútiles ahora.

Nie Wuxian estaba a punto de disculparse, la anciana no lo dejó.

—Todo allá afuera te está afectando, cariño. Pero no trates de matarte de hambre, tu prometido estará triste.

La mujer trabajó hábilmente con sus manos, tomó medidas de todo nuevamente.

—Trata de volver a un peso saludable, así tal vez te queden las túnicas que ya tenía preparadas para ti.

Lo despidió con una sonrisa y Nie Wuxian trató de devolvérsela. Se sentía incapaz, pero no deseaba preocupar a nadie.

Tuvieron suficiente de eso durante la guerra contra los Wen.

Llegó a su hogar con una renovada sonrisa que no le llegaba a los ojos, todos lo sabían, cuán falsa era, todo lo que trataba de ocultar con ese gesto.

—Mi amor, este invierno ha sido duro —escuchó la voz de su amado, mismo que tomó sus mejillas entre sus manos, sonriéndole de esa manera que sólo Nie a Ying había visto—. Pero la primavera está por llegar, la espera terminará y estaremos haciendo nuestras tres reverencias.

Los suaves labios de su prometido rozaron su frente, el calor de sus labios bastante memorable.

—Seremos esposos y estará permitido que mate a todo aquel que traiga deshonor a tu nombre.