Antes que nada, quiero avisar que se detallan escenas de sexo sin protección y con consentimiento por ambas partes. Creo que las escenas son más explícitas que otras veces así que si alguien no está cómoda/o puede saltarlas.
-Me está picando la cara.- Me quejo cerrando los ojos para así evitar seguir mirando directamente al escote de mi novia.
Es que justo coincide a la altura de mis ojos, como si lo hiciera a posta. Se remueve entre mis piernas rozando quizás un poco más de lo necesario mi entrepierna y me sonríe con dulzura. Como le gusta provocarme.
Estoy empezando a ponerme duro y no es el momento porque ahora estamos de relax, aunque yo no mucho.
-No seas exagerado, solo pica un poco.- Contesta mi novia acabando de colocarme la mascarilla de arcilla negra por la frente.
Levanto mi mano izquierda con intención de rascarme la nariz pero su mano me intercepta a mitad de camino bajándola hasta apoyarla en su muslo.
-De verdad que pica.- Sigo con mis quejas y
decido abrir los ojos para hacerlos coincidir con los suyos.
Sus ojos de color avellana son preciosos y lo son más cuando me miran con amor, al igual que lo están haciendo ahora.
Y siento como cada día me enamoro aún más de ella.
Su cara se encuentra igual que la mía, embadurnada de mascarilla negra, algo que se ha empeñado en hacer a las once de la noche justo cuando estábamos a punto de irnos a dormir. No sé en qué momento he accedido a esto pero me arrepiento totalmente.
Por fin, termina de ponerme la masa con un pincel y se recoloca en mis piernas mirándome.
-No seas quejica.
Sin ningún pudor me acomodo el miembro hacia un lado para que así no me moleste mucho ni me presione. Idara me regala un guiño provocándome y yo suspiro frustrado apoyando la espalda en la cisterna del váter para estar más cómodo.
Me deja un beso rápido en los labios y se levanta de mis piernas para limpiar el desastre que hemos hecho en menos de diez minutos en el baño.
-¿Cuánto tiempo tenemos que estar con este mejunje de algas en la cara? Porque me lo quiero quitar ya.- Digo molesto.
-Pedri, puedes aguantar 15 minutos con eso en la cara como un campeón, ¿A que sí?- Habla mirándome a través del espejo mientras sigue recogiendo los mil botes.
Gruño como respuesta pero está claro que puedo aguantar. Peores cosas he tenido que soportar, está claro.
Hago de tripas corazón y me levanto para colocarme detrás de la morena, rodeo su cintura con ambas manos y apoyo la barbilla en su hombro con cuidado de no mancharle la camiseta gigante que viste, robada de mi armario.
Idara coge el móvil y posamos frente al espejo para hacernos muchas fotos como ella las llama de "couple goals".
Con la deliberación de ambos acaba subiendo una foto en la que salimos haciendo el tonto a mejores amigos de Instagram acompañado de un corazón blanco y mi usuario.
Entre bromas intento restregar nuestras mejillas pero me frena la intención ganándose unas cosquillas por mi parte.
Su risa llena el baño y también mi corazón.
-Alexa, pon una cuenta atrás de 15 minutos.- Grito para que la Alexa que se encuentra en el cuarto me escuche.
De lejos contesta que acaba de programarlo y dejo escapar un suspiro agradecido provocando que Idara ría.
-Eres un dramas.
Me vuelvo a sentar en el váter y observo cada movimiento que hace.
Durante los siguientes diez minutos la morena se dedica a dejar el baño súper limpio y deja apoyadas sobre el lavabo dos toallas pequeñas para después limpiarnos la cara.
