ONE SHOT (20) Bali en familia parte 2

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Alerta capítulo largo

El cuarto día.

Desayuno repleto de frutas en la piscina con vistas al mar, recorrer las aguas balinesas en moto hasta llegar a una pequeña cala donde pasar la tarde y de vuelta al bungalow para asearse y ponerse guapos para la cena en un restaurante de la isla.

Pedri descansa con Triana en una cama balinesa en plena playa, abrazados disfrutando del poder estar en silencio y tranquilos, con solo el sonido de las olas buscando la calma. Tienen las respiraciones acompasadas y los ojos cerrados, Pedri con la cabeza sobre el pecho de Triana mientras le acaricia los mechones oscuros con toda la parsimonia del mundo. Están agotados después de haber estado los días anteriores sin parar visitando y recorriendo varios templos junto con los lugares más emblemáticos de Bali.

Se sienten cansados pero no es la sensación angustiosa de cuando vives en la rutina y tu cuerpo pide parar. Se sienten relajados, con los músculos calientes y las mentes en blanco. La rubia pasa las caricias a la espalda ancha y relajada del canario, que suspira gustoso.

-Tenemos que arreglarnos para la cena.- Susurra bajito temiendo que Pedri se despierte sobresaltado. Refuerza el agarre en la cintura de Triana y se acomoda sobre las tetas farfullando.

-Yo estoy muy bien aquí.- Murmura a duras penas sin separar el rostro de donde lo tiene apoyado, perdiendo el sonido sobre la piel de la rubia.

-Ya lo sé, mi amor.- Besa su cabeza y frente con besitos y decide pasar las uñas por los brazos más que morenos de su novio siguiendo con los mimos. -Venga, cenamos y nos vamos a dormir. No hace falta que hoy nos quedemos hasta las tantas bebiendo con los demás en la playa.

El sol se está poniendo y la brisa hoy es fresca como para estar en bañador y encima húmedo, como se encuentran los dos después de haber salido hace poco del mar.

-Hoy estás más mimoso que otros días. ¿Estás bien?- Cuestiona Triana. No le importa ser cariñosa con él, de hecho le encanta pero suele ser al revés las claras muestras de cariño.

Con cansancio Pedri levanta la cabeza apoyando la barbilla sobre el pecho y la mira serio inspeccionándola.

-Estás muy guapa.- Alaba con buenos ojos. Sonríe y turce la cabeza para observarla detenidamente.

-No lo creo.- Niega. -Tengo el pelo enredado y fatal de la sal, me han salido granos por las cremas solares y estoy hinchada de la regla.- Enumera los defectos que para los ojos de Pedri son imperceptibles. Pero esa es la puta realidad de irse de vacaciones a la playa y no lo que se muestra en las redes sociales.

Sigue sonriendo como si no la hubiese escuchado y sube por la cama con cuidado de no chafarla hasta rozar sus labios en un beso lento y profundo.

-Eres preciosa y punto.

-Me ves con buenos ojos.- Rodea con los dos brazos su nuca y vuelve a besarle uniendo la lengua en la acción, perfilando sus labios para luego morderlos haciendo que Pedri gruña por la sensación de cosquilleo en el cuerpo.

-¿Nos duchamos juntos?- Pregunta Pedri entre besos aprovechando a coger aire. Ataca de nuevo sus labios centrándose en besar y aspirar el labio inferior y lo arrastra con los dientes tironeando de él. El ambiente se está caldeando por parte de ambos e incluso se olvidan que están demasiado cansados como para moverse.

La mente de Triana ya no funciona, no cuando Pedri le besa así. Quiere decirte que sí pero le sale un gemido a consecuencia de la mano poco tímida que ha bajado hasta su entrepierna.

-Pedri.- Gime dejando el peso muerto en el colchón. -La ducha.- Le recuerda apartándose del beso. Pedri no desiste y baja los besos húmedos a su cuello y luego al escote del bañador blanco que se encarga de mover para capturar un pezón entre los labios, mordiendo lento porque sabe que los tiene sensibles.

One shots PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora