Esta historia es entre Pedri y Gavi, contiene escenas sexuales. Si alguien no quiere leer este capítulo está en todo su derecho pero pido que se eviten comentarios dañinos.
La mano de Gavi se enganchó en el asa de la mochila Luis Vuitton que colgaba de la espalda de Pedri. El sevillano le seguía para no perderse en el corto trayecto del autobús al avión y tiraba de ella cuando el canario se alejaba un poco de él. El pobre iba arrastrándose por detrás del moreno como un perrito triste.
-Gavi, ya te he dicho que no puedes seguirme a todos lados. Que tengo familia y me voy a ir por Navidad a Canarias. No me puedo quedar aunque quiera.- Habló Pedri calmado, agarrando de la cintura al sevillano, en un gesto cariñoso.
Era la décima vez, mínimo, que Pedri le explicaba a su mejor amigo el porqué no podía enfadarse con él por no querer quedarse en Barcelona y pasar las navidades juntos. Él tenía que ir a las islas para celebrar la Navidad con su familia, se lo había prometido a todos.
-No quiero. Voy a ir contigo.- Gavi tiró de su mochila haciendo que el canario retrocediese un par de pasos.
Estaban a punto de subir las escaleras del avión cuando notaron la presencia de alguien y giraron la cabeza encontrándose con un camarógrafo del club que les estaba enfocando, sonrieron incómodos y ambos se retrasaron en la fila.
-Estas invitado pero necesitas estar con tu familia en Sevilla que hace mucho que no vas. Entiende que es navidad y la familia se reúne.
-¿Y yo no soy tu familia? Si nos vemos todos los días.- Las palabras de Gavi fueron acompañas de un puchero que hizo que el corazón de Pedri se encogiese. Era adorable. No podía enfadarse con él.
-Joder Pablo, claro, te considero mi hermano. Solo te tengo a ti en Barcelona.
-Pues no se hable más, voy contigo a Canarias.
Pedri se abstuvo de contestar, pensando que a Gavi se le pasaría la perreta en cuanto llegasen a Barcelona de nuevo, teniendo fe de que se le olvidase el tema. Siguieron la fila hasta entrar en el avión, Pedri se quitó la mochila con cuidado porque aún seguía teniendo al sevillano unido a su mochila, con cara de enfado.
-Me pido ventanilla.- Gritó Gavi empujando a Pedri en el pasillo, que justo estaba colocando su mochila en el compartimento de arriba.
-Que lo lesionas, burro.- Contestó también a voces Ferran desde un par de filas más atrás.
-Venga, pesado. Pasa.
El vuelo fue tranquilo entre los dos chicos, quizá porque no hablaron nada. El ambiente era relajado. Gavi se dedicó a jugar a la Nintendo Switch y Pedri se durmió a mitad trayecto; ya que, el vuelo desde Alemania se le estaba haciendo un poco largo y no tenía nada mejor que hacer.
-Chicos, quiero que me escuchéis atentamente. Habéis jugado muy bien este partido de Champions y ahora empiezan las vacaciones de verano y vais a disfrutar con vuestras familias pero os pido que no os paséis mucho con la dieta que luego os costará volver.
La charlita del entrenador fue abucheada por todos los jugadores. Con razón decía tantas veces el equipo técnico que eran unos niños todavía, que parecía que entrenaban a un equipo juvenil en vez de un equipo de primera división.
-Disfruta un poco, míster.
-Me voy a inflar a croquetas.
Esos fueron los comentarios más destacables de los jugadores, todos a viva voz, mientras otros criticaban por parejas al entrenador.
-Yo pienso comerme unas buenas croquetas de mi madre, me la suda.- Habló Pedri medio enfadado.
-Alguien volverá rodando de Tenerife...- Se burló Nico, que estaba sentado detrás de Gavi y estaba escuchando la conversación.