Mi fantasía hecha realidad, un amor estadounidense.
-Tía, el moreno te está haciendo ojitos.- Es Lina, la rubia teñida y una de las mejores amigas de Chloe, quién habla bajito solo para que la morena la escuche.
-¿Quién? ¿Eric?- Se hace la desinteresada mientras sigue estirando con ayuda de una cinta elástica.
-No, Pedri. Es muy guapo y no te quita los ojos de encima.- Le da un codazo amistoso y le manda besitos a su amiga vacilándola.
Chloe se gira para corroborar lo que dice su amiga y en efecto, el moreno la está mirando pero en cuanto sus miradas se cruzan él agacha la mirada tímido, dejando en la cara de la chica una mueca de confusión.
-Lina, céntrate no podemos. Ya sabes que nos pueden echar de las animadoras.
Kata se une a la conversación y gira la cabeza para mirar a los jugadores entrenar, allí en el campo practican jugadas mientras corren sudando de un lado a otro y puede ver qué es verdad que Pedri no le quita el ojo a Chloe.
-Chloe, tienes que vivir el último año de instituto un poco, todo es mejor cuando tiene un toque prohibido, hay más adrenalina y se siente todo mucho mejor.- Habla Kata agarrándola de los hombros, con los ojos fijos en ella y zarandeándola un poco para que haga algo interesante por una vez en su vida.
-Sabes que no soy de esas.- Y echa una mirada a Sidney, a la capitana de las animadoras porque todas saben que está enrollada en secreto con unos de los jugadores más importantes, Ansu.
Chloe sueña con ser como ella, vivir sin que le importen lo que digan o piensen de ella. Porque sí, a ella le gusta Pedri pero no se cree capaz de hablar con él ni siquiera en clase y eso que se sientan juntos en la mayoría de asignaturas.
Pero es inalcanzable para ella, él es el quarterback y sabe que es peligroso juntarse con ellos.
Ella entró en el club de las animadoras por Lina, en octavo grado y aquí siguen las dos mano a mano, en su último año de instituto. Kata entró hace algo más de tres años y son mejor trío que las Supernenas. Las tres pudieron entrar en el club a parte de por su gran talento bailando y con las acrobacias, por su aspecto físico. Son chicas verdaderamente llamativas y preciosas.
Las chicas son totalmente diferentes. Chloe tiene rasgos latinos, heredados de su madre, que le hacen lucir un cuerpo escultural, Lina proviene de familia Nigeriana e Italiana consiguiendo un tono de piel único y Kata tiene el pelo pelirrojo y es tan pálida que las pecas de su cara resaltan a simple vista.
-La respuesta es fácil. Si ella puede, tu también. Háblale al canario que te trae loca. Vamos, no pierdes nada.- Lina se separa de su amiga y hace una voltereta hacia atrás causando una carcajada a la morena y a pelirroja.
-Sí que te echen del equipo te parece poco.
Lina abre la boca para rebatirle pero por mucho que quieran seguir con la conversación no pueden porque la entrenadora les grita que van a aprender una nueva coreografía para los siguientes partidos.
Antes de hacerle caso a la entrenadora Chloe le echa un vistazo rápido a Pedri, que está tirado en el suelo y centrado en hacer abdominales como un loco. Y Chloe reconoce que nunca se había fijado en él, bueno quizá un par de miradas discretas en clase sí, pero no de manera habitual.
Y se arrepiente de no hacerlo más porque es muy guapo y atractivo.
Al día siguiente por la mañana Chloe sabe que llega tarde a la primera clase y apresura el paso para acortar el tiempo de retraso; ya que la profesora no les deja asistir si se pasan de los 10 minutos de margen, pero no consigue llegar a tiempo a pesar de que en los últimos metros corre un poco.