Se lo dedico a la fan número uno de esta historia que me ha pedido mil veces una continuación
-Lo de que me besases siempre no era tan literal.- Se queja Pedri con una sonrisa al ser besuqueado por toda la cara.
Con los ojos achinados y pataleando se queja de Triana, que no para de agarrarle de las mejillas y de decorar toda su cara con besos. Entre risas el canario consigue agarrarle de la cintura y la hace girar sobre la cama hasta quedar él por encima, frente a frente. A Triana se le corta la respiración al segundo cuando sus ojos se quedan fijos en los marrones de Pedri, mirándola con una intensidad que escasas veces ha visto reflejadas en sus ojos, y deja de reír al instante llevando las manos a su nuca en silencio. Aprecia el rostro de su novio con detalle como si fuese la primera vez, y es que siempre le va a gustar verle medio dormido, con el pelo alborotado hacia todos lados con los ojos hinchados por haber descansado a su lado, y sobre todo le gustan esos labios, bien rosados y voluminosos, que desea besar en ese instante y no acabar en horas o en días si se lo permite. Le quiere tanto que podría asegurar que le va a querer toda la vida.
-Ahora ya no te ríes tanto, ¿Eh, rubia?
Todo su cuerpo está completamente pegado al de Triana, pecho contra pecho, y a pesar de llevar unos minutos riendo en la cama disfrutando del segundo día de vacaciones, ahora puede notar como cierta parte de su cuerpo se está empezando a despertar sin planearlo, concentrando la sangre en una zona específica.
No sé avergüenza, después de cuatro años de relación ya no se siente cohibido, no al menos como antes. Ambos se encuentran desnudos después de haber pasado la noche ocupada buscando el placer y se siente relajado sabiendo que reacciona como el primer día a ella, a su piel repleta de lunares y a sus labios rellenos que le vuelven loco en todos los ámbitos. Reacciona tan rápido al cuerpo de la sevillana que cierra los ojos y empieza a rozarse contra ella inconscientemente, que le rodea con las piernas alrededor de las caderas y así Pedri puede presionar su centro advirtiéndole que la necesita.
El clima es cálido, hace humedad y sudan sin hacer nada, y sumado a que el ambiente comienza a calentarse en segundos la habitación sube de temperatura.
Fuera de la habitación todo es tranquilidad, tan solo se escuchan las olas romper contra la arena, en la maravillosa playa privada que tiene el bungalow donde llevan un día alojándose, justamente en el paraíso de Bali para celebrar el inicio del verano juntos después de no haberse visto mucho los últimos meses.
-Te has despertado con ganas.- Se ríe Triana con falta de aliento, exhalando contra su boca buscando sus labios pero Pedri se echa para atrás con una sonrisa soncarrona. No baja la guardia y se aferra a su espalda moviendo las caderas provocando a su novio. Ella también tiene ganas y no lo va a negar.
Pedri tensa los brazos a ambos lados de la cabeza de Triana para elevarse y coger impulso y así embestir con fuerza. La rubia gime y lleva las manos a la espalda baja del moreno para continuar con los movimientos.
-Lo de ayer solo fue el entrenamiento.- Comenta besando las pecas de su cuello con mucha saliva. Triana tiembla de anticipación y su sexo palpita avecinando lo que necesita y va a tener. Pedri asciende hasta su oreja mordiendo y da un toque con la cadera chocando.
Triana coge aire y lo aguanta bajo el roce efímero de los labios hinchados de Pedri por haberse despertado recientemente.
La sevillana aún puede recordar perfectamente el jaleo que hicieron anoche, follando hasta no poder más ganándose algunos golpes en la pared contigua al cabecero. Les importó muy poco las quejas, estaban disfrutando de estar juntos de nuevo y que sus amigos les escuchasen eran el menor de sus problemas.