Adicto a ti.

Cap 36 - Todo listo -

Bárbara.

Por dentro sentí como mi corazón se partía al escucharla llorar, se que está arrepentida, lo veo en sus ojitos y me duele, me duele ver cómo la engañaron, cómo le hicieron daño, cómo ella confío en esas infelices y lo que hicieron fue usarla...

Por lo que me dice Melquiades, las chiquillas idolatran a Doña Bárbara, creen que soy invencible, cruel, muy mala, incluso que siempre me salgo con la mía, y aún así sabiendo lo que puedo hacerles se metieron con lo único importante en mi vida...  

¿Acaso no se imaginan que me las voy a Cobrar?  ¿O son tan ingenuas que no creen que se lo que le hicieron?  Pero eso es otro tema que luego me haré cargo..

Respiro profundo y me acerco a Marisela...

- ¿Estás bien? — beso su mejilla y luego limpio su rostro de las lágrimas que estaban por todo su rostro — 

- Si mamá... — su voz se quiebra — Mamá perdóname —respira profundo —

- Necesito que te calmes... Quiero que le digas a estos policías que ah pasado en la discoteca y quiero que le digan ¿porque tenías esa bolsita llena de metanfetamina en tu ropa? — ella asiente y enseguida comienza hablar con los policías —

Es increíble todo lo que escucho, Marisela fue a ese lugar por rebeldía, por simplemente llevar la contraria de su padre, estoy tan molesta por lo que escucho que decido salir de la habitación.

Cuando salgo de allí, encuentro a santos con dos tazas de café y un pan,  por supuesto lo ignoro, no me interesa hablar con el, comienzo a caminar por el lugar pero no encuentro a Cecilia.

- Bárbara.... —escucho detrás de mi — 

Se quién es, y no me interesa hablarle, así que busco mi celular y comienzo a marcar el celular de Cecilia ...

- Toma ... — extiende su mano ofreciendo el café —

La verdad lo necesito, pero no quiero nada de el.

- Solo tómalo, no es necesario que me agradezcas — volteo a verlo y frunzo el seño—

- No... No quiero nada de ti ... — miro su vaso y camino hacia otro lado, pero cuando lo hago Santos me toma la mano —  ¿Que haces? Suéltame ....

Me mira....

Me mira....

Me mira..

Me mira fijamente, sus ojos se pasean por mis ojos, luego lo rostro y culmina en mis labios, Traga grueso y luego me suelta..

- Lo siento ... Bárbara yo quería disculparme de .... — ¿de que se disculpa, será por lo que me dijo esa vez?— por cómo pasaron las cosas con Marisela, Yo no le preste la atención que merecía...

- No tenías porque hacerlo ¡No eres su padre! Así que no tienes nada que disculparte... —estamos tan cerca que siento su respiración, así que me alejo lo suficiente —