Parte 53 - noches que atormentan-

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-Santos Luzardo- 

Toda la tarde estuve buscando la manera de poder obtener un momento a solas con ella pero fue imposible, Bárbara estuvo todo el dia acaparada de todo el personal encargado de la fiesta, porque aunque se quiso zafar le fue imposible, mi tía Cecilia estaba pendiente de una cosa y a ella la obligaban a otra, estuvo escondida toda la tarde y cuando la encontraron a la pobre no le quedó otra que ayudar a Cecilia    la verdad me causaba risa verla discutir con alguno de sus peones, es evidente que hay cosas que cambian y otras no.

Esa tarde debía practicar una vez más con Marisela, aunque eran sus 18 ella no sabía bailar algunos tipos de ritmo y por supuesto me puse a la disposición de mi tia, no era un típico vals al que hemos estado acostumbrado cuando las chicas cumplen 15 años, al contrario ella quería bailar cualquier música con su padre y sacar a la pista a algunos de los muchachos de Altamira.

Mientras la enseñaba a bailar salsa, vi como Bárbara llegaba a el lugar y nos miraba con cierta ilusión, sus ojitos se iluminaron al ver como su hija aprendía pero eso no duró mucho, porque a los poco minutos de estar sentada  se levantó y caminó en dirección a la salida de la casa. 

Mi cabeza se dirige hacia ella y sin percatarme doy un paso en falso y piso a Marisela  . 

- Serás Tarugo santos, me pisaste. - Escucho hablar a Marisela mientras da brinquitos y lleva el pies hacia sus manos

- Huy disculpame Marisela es que.... - intente seguir hablando pero mi tía me detiene

- Mejor descansemos un poco, bailar salsa es un poco complicado.

Dice mi tía mientras se acerca con un vaso de jugo de limón, y me calló como anillos a el dedo, mientras descansamos aprovecho para buscarla, todas las chicas acaparan a Marisela y enseguida me escabuyo por el pasillo.

- ¿A dónde vas Santos? - pregunta Cecilia mientras camina hacia mí con las manos en su cintura -

- Eeh.. - miro hacia el pasillo- a tomar aire Cecilia -

- Haaa mira.. - entre cierra los ojos -  dime una cosa Santos ¿crees que soy taruga verdad?

Mierda, ¿soy tan imbécil para que mi tía se de cuenta a leguas mis intenciones?

- Hay tía, no seas así, por supuesto que no pienso eso - me acerco a ella y besos su frente-

- Nada más te digo Santos que las aguas están tranquilas, por favor no quiero problemas... - me dice mientras su suave mano golpe mi mejilla suavemente- 

- Solo quiero hablar con ella...

Suspira fuertemente, mueve la cabeza por ambos lados y camina hacia las chicas, menos mal me dejó tranquilo, se que tiene la razón, y se que todo está tranquilo pero no puedo perder mi tiempo en reaccionar o pensar un poco.

La amo, verla cerca hace que mi cuerpo desee estar todo el día a solas en un cuarto con ella, llenandola de besos, caricias y abrazos.

Pero todo lo que venía pensando se esfumó, se evaporó en mis pensamientos, al ver como Antonio la besaba, sentí como si me estrujaran las tripas y me estuviesen tragando como siete cuchillos afilados.

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