Cap 44 - Cara de Marrana -

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Antonio Sandoval .

Más allá de mi ira por no conseguir trabajo, intentando pasar una tarde con mi novia me consigo con el estúpido de Santos en el hotel y hablando con mi novia...

¿Que hace Bárbara hablando con el?

¿Porque están tan cerca?

Los celos estaban a flor de piel, así que intentando saber que estaba pasando aparezco en frente de ellos.

La cara de Santos se vuelve roja y llena de rabia, al igual que yo estaba con moretones en el rostro y con un mal aspecto.

Jamás lo había visto así....

Intenta explicarme de unas tierras que quiere cederle a mi viejo, y no puedo dejar de pensar que el costo de esas tierras es el mismo valor de su conciencia.

Le pesa... Y quiere enmendar....

Basura...

Hasta aquí aun estaba tranquilo, cuando continúa llamándome peón, insinuó que no soy nadie, que no merezco estar a el lado de ella,  que estoy más abajo de la cadena alimenticia

la rabia me termina de llegar a la cabeza..

- Vuelve a decirme Peon y te juro que te completo el otro ojo morado, así lo tienes parejitos... — da un paso más a mi, y luego me intenta intimidar _

No le tengo miedo a ese infeliz citadino ..

-  Vaya que quieres que te parta el osico, ¿Solo veniste para que te enseñará a respetar ? — de un golpe me toma por el cuello — ¿o solo quieres ser el jala bola más grande del pueblo?


- Continúa por allí, y verás que el que saldrá con un ojo morado serás tu..

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Bárbara Guaimarán.

¿Porque los hombres creen que todo se puede resolver con golpes?

Santos tomó por el cuello a Antonio y el solo reía mientas lo seguía provocando...

- ¡Detenganse par de imbéciles! — grité — ¡estamos en la entrada de un restaurante y todos los están viendo! Antonio por favor,  cálmate .... — intenté caminar hacia el —

Pero por supuesto me ignoró.

Santos me miró y de golpe lo soltó, esto hizo que Antonio saliera disparado a un lado de el ..

- ¿A qué veniste infeliz? ¿A restregarme en la cara  tú dinero y tu soberbia..?

- Eh venido a hablar contigo sobre lo que  haré , pero por lo visto aquí el soberbio eres tu, no vez más allá de tus narices. — lo mira de pues a cabeza — pero que puedo esperar de ti, si eres un inculto, campesino que se acostumbró a vivir en mi sombra.

Oh mierda, este idiota no sabe cuándo callarse.

- Ah y Traídor, eso te hace estar más abajo de la tierra.

Adicto a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora