Adicto a ti.

Cap 51

Antonio Sandoval.

Eran más de la media noche cuando por fin me levanto de la barra y decido irme a la casa.. ¿Pero cual casa? si no tengo, mi padre no entiende la humillación que nos hizo santos, cree que exagero pero no es así, no es cuestión de orgullo, es de hombría, solo le bastó pedir disculpas y todo el mundo lo perdonó ¿así tan fácil? ¡pues yo no! no pienso quedarme en esa casa que ese infeliz le regaló a mi viejo.

- Ya es tarde Toño vámonos, después nos salen esas ánimas del camino y esta vez voy solo porque pajarote quiso quedarse. - dice Carmelito mientras se levanta y paga su cuenta -

- ¡Nuu compadre yo si me quedo!, no vaya a ser que me salga esa mujer del camino y no viva para contarlo, mejor me quedo aquí y ya mañana nos vemos ... - comenta pajarote mientras se pasa un trago de aguardiente-

- Esta bien cobarde, carmelito y yo si somos machos y no le tenemos miedo a ninguna mujer del camino - con mi sombrero golpeó la cabeza de pajarote y me levanto - vamonos, que se quede solo esta gallina.

Mientras voy en silencio a la casita que Bárbara le había prestado a mi papá en plena oscuridad del camino recordé de lo mal que me porté con Bárbara, le dije cosas que no debí y se que la herí, no tuve que haber dicho eso pero me segué de la rabia y ahora me arrepiento, debo aprender a controlar mi bocota porque si sigo así Bárbara me mandará para la porra ...

mientras estoy hundido en mis pensamientos de lejos escucho a Carmelito como carraspea su garganta.

- ¿Estas bien Toño? - volteo a verlo mientras asiento - me parece que tus pensamientos están por allá por los linderos del miedo ¿No es así ?- como le digo que no si si - ¿Estas así por la Doña?

- Pues.. para que te digo que no, si, si compadre.... Es que la embarré con Barbara Carmelito, no debí decirle las cosas que le dije, pero se me volaron las entenderás al saber que estaba de acuerdo con Cecilia- me quejo una vez más y respiro profundo- ¿porque las mujeres son así? Incluso Marisela lo perdonó sin ningún problema. - me quejo mientras doblo los ojos -

- Si estas tan arrepentido espera que amanezca y ve hablar con ella, ¡así de fácil compadre!

¿ Qué pasará si voy ahorita ? ¿Será que me recibirá? .... Yo creo que sí, voy a llegarle de sorpresa y resolvemos esto de una buena vez.

- ¿ Y si voy ya ?.... - Carmelito me mira confundido - ¿que hora es ?

Miro mi reloj y noto que eran la una y doce de la mañana..

- Pues compadre agite ese semental que pa luego es tarde - veo cómo ajustar las cuerdas de su animal y enseguida comienza a galopar -

Por supuesto yo lo sigo, no dejaré que pase tan siquiera un día para pedirle perdón, yo la amo y no quiero perderla.

Barbara Guaimaran.

Ver a Santos en mi cama, sentado a mi lado, platicando sobre la hacienda y como todo va funcionando me parece increíble, ya me he pellizcado el brazo intentando despertar de ese absurdo sueño varias veces pero al parecer es real lo que veo.