A Quirky Love [johnlock]

Autopsia

Sherlock llegó a grandes zancadas a la sala donde solía encontrar a Molly. Siempre andaba por la de autopsias destapando cadáveres, curioso gusto que compartían ambos.

El detective se acomodó la camisa y dejó la chaqueta tirada sobre una camilla vacía. Sonrió para sí al ver la silueta de Molly trajinando en la nevera de cadáveres, resonando en toda la blanca estancia el ruido metálico de bandejas y material quirúrgico. Sherlock avanzó hasta su posición y carraspeó tras ella, después de plantearse la idea de asustarle.

-¡Sherlock!- dijo sorprendida, pasándose mechones de pelo lacio tras la oreja nerviosamente, a la vez que recolocaba bisturís rápidamemte en una mesa.-¿Qué haces aquí? ¿Necesitas algo?

Sherlock la miró con un gesto amable, pues Molly siempre reaccionaba igual a su presencia. Cada día parecía la primera vez que se conocian, pues sus nervios salían a flor de piel e intentaba ponerse guapa antes de verle. A Sherlock le iba a costar más de lo previsto decirle que era gay sabiendo lo que ella se esforzaba por gustarle, incluso se sentía culpable por haber sido tan irritante con ella. ¿O quizás era mejor así? Si hubiese sido amable, sería aún peor.

-No necesito nada, sólo vengo a hablar contigo.

Molly abrió los ojos, incrédula. ¿Sherlock quería hablar con ella a solas? Algo tramaba, seguro.

-¿No viene John contigo?-tartamudeó, desconfiada a la vez que complacida.

-No, se ha quedado abajo.-Sonrió Sherlock.

"Vaya, era de esperar", pensó Molly, haciendo una mueca de decepción sin apenas darse cuenta.

-Vengo precisamente por algo relacionado con John, Molly. Verás, quiero que no abras la boca hasta que acabe, estate tranquila.

"Muy urgente debe ser, ¿me lo va a decir aquí de pie, tal cual? A ver con qué sale ahora."

-Bien-dijo Sherlock poniendole las manos sobre los hombros, haciéndola estremecer.-Llevo unos días dándole vueltas a algo, y al final he llegado a la conclusión de que es mejor que lo sepas ya. Verás, Molly, te conozco desde hace mucho.-Sherlock comenzó a sentir cierta nostálgia, reflejada en sus ojos. Molly le miraba fijamente, deseando oír lo que había esperado durante años.- Y sé que todo este tiempo has intentado gustarme, porque a pesar de ser un capullo integral, viste algo en mi. Y yo he seguido haciéndote feos, comportandome como un crío. Por eso, antes que nada, lo siento, Molly.

Ella estaba roja, con la boca sellada por su discurso. ¿Iba a declararse? No, no debía pensar eso. Sherlock no le quería. Pero, ¿y si estaba equivocada? "Por dios, dime lo que tengas que decir de una vez."

-Y ahora, descubramos el pastel.-Continuó intentando romper el velo de tensión entre ambos.-Supongo que tú, como todos, siempre has pensado que yo y John eramos más que compañeros de crimen. Pues bien, no hace falta que te pongas más ese pintalabios rojo que te hace la boca tan pequeña. Es cierto, John y yo estamos juntos, y-

Sherlock calló. Los ojos de Molly estaban húmedos e irritados, con la mirada fija, y su labio inferior temblaba. Sherlock intentó calmarle secándole las lágrimas con las manos, pero Molly alzó una mano para retirar los dedos de Sherlock bruscamente de su cara.

("Lo del pintalabios sobraba. No me hace gracia que te rías de mi ingenuidad. No me trago tus palabras cargadas de sentimiento, sé que en el fondo te doy igual.")

-Perdona-Dijo manteniendo el tipo.

-¿Todo bien, Molly?-Sherlock se sorprendió, pues esperaba una reacción un poco menos violenta. Eso sí, las lágrimas se las esperaba.

("Da igual el cariño que te den las personas que te rodean. Siempre serás igual, ¿y sabes qué? Compadezco a John. No puedo evitar pensar esto después de tantos años llevándome humillaciones por tu parte.")

-Sí, no te preocupes.

Sherlock tardó un segundo en contestar, observando las mejillas ligeramente húmedas de Molly.

-Baja, John te estará esperando.-Insistió Molly, sintiendo la necesidad de que Sherlock abandonara la sala.-Y.. gracias por decirmelo.

Una sonrisa fingida y reservada que no engañó al detective se dibujó en su rostro.

-Tienes razón.-Dijo él antes de desaparecer, agarrando la chaqueta.-Gracias por colaborar, Molly.

Ella se quedó inmóvil, secándose las lágrimas de las mejillas mientras asentía en señal de despedida.
("¿Colaborar? No cuentes conmigo para la próxima. Que seáis felices.")

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John miró el reloj de pared del café. Sherlock tardaba mucho pero no quería llamarle. ¿Iría todo bien? Su respuesta llegó andando por el suelo marmóreo.

-¿Todo bien?-dijo John poniéndose en pie.-¿Cómo ha reaccionado?

-Está frustrada, me odia. No me lo ha dicho, evidentemente, pero ha llorado y se le notaba mucho. Nunca fue buena actriz.

-Por dios, Sherlock, ¿te oyes? En el fondo es normal que se sienta así, siempre has sido...-John calló. No valía la pena iniciar la eterna conversación respecto a la antisocialidad de su compañero.

-Bueno, yo he sido lo más amable y humano posible, no puedo hacer más. ¿Nos vamos?

John asintió, sonriendo levemente, rodeándole la cintura encamisada. Sherlock le besó el pelo y ambos salieron por la puerta del hospital, atrayendo las mirades de la sala de espera.