Capítulo 3

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Liam

25 de diciembre de 2010

- ¡Feliz navidad, familia! - entra en mi casa gritando Louis Jones - ¡Ya estamos aquí!

- Hemos traído regalos para todos - esa es Linda - Los dejo bajo del árbol.

Ahora mismo estoy en la cocina ayudando a mis padres con la comida, pero el saber que los Jones acaban de llegar me pone nervioso, ya que eso significa que Lily también está aquí. Y sigo sin entender qué demonios significa todo esto que siento siempre que la tengo cerca, pero ya me está empezando a tocar las narices. Sin embargo, dejo lo que estoy haciendo y salgo corriendo al salón, donde me la encuentro con un precioso vestido rojo, agachada frente al árbol dejando varios paquetes. Es preciosa...

- Hola, Lil - me acerco y, cuando se gira, la abrazo - Feliz navidad. 

- Igualmente, Liam - dice dentro del abrazo.

- ¡Cielo! - la voz de su madre hace que nos separemos - ¡Feliz Navidad, cariño!

- Felices fiestas, Linda - respondo dándole un beso en la mejilla antes de dirigirme a Louis para abrazarlo - Feliz Navidad.

- Igualmente, chico - responde devolviéndome el abrazo.

Adoro mi familia, porque sí, los Jones también son mi familia. No hay un solo momento de mi vida en el que ellos no hayan estado presentes, son como unos segundos padres para mí y es imposible que los quiera más de lo que hago. 

Lily y yo nos quedamos solos en el salón mientras nuestros padres se saludan entre ellos en la cocina, por ello decido que es un buen momento para darle mi regalo, ya que no quiero que estén todos delante cuando lo haga. Cojo su mano y la dirijo al piso de arriba, donde he dejado el paquete. 

- Tengo un regalo para ti, pero está en mi habitación - explico mientras subimos las escaleras - Prefiero dártelo ahora. 

- Yo también te he traído algo - dice señalando una bolsa de colores en la que todavía no había reparado. 

Llegamos a mi habitación y ambos nos sentamos en la cama. Cojo lo que le he comprado y se lo doy, algo nervioso, todo sea dicho. 

- Ábrelo tú primero - le tiendo el paquete, que ella acepta encantada.

Lo coge con cuidado y empieza a desenvolverlo lentamente. Sus ojos me demuestran que está emocionada, lo cual hace que me sienta muy bien por hacerla sentir así. Adoro ver como una pequeña sonrisa empieza a asomar en sus labios cuando el papel ya ha desaparecido y ve la caja que ahora sujeta entre sus manos. 

- ¡No puede ser! - levanta la mirada y veo que sus ojos se han humedecido - Liam... esto es... demasiado. 

- Nada es demasiado si se trata de ti, Lil - respondo sinceramente acariciándole la mejilla con suavidad - ¿Te gusta?

- Gustarme se queda corto - murmura devolviendo la mirada a la caja mientras la abre y observa todo lo que hay dentro - ¡Es un regalo alucinante! No sé cómo darte las gracias. 

- ¿Qué tal si primero me das un abrazo y después me prometes que tu primera obra maestra me la dedicarás? - bromeo mientras abro los brazos.

Ella no lo duda, deja la caja a un lado y me abraza con fuerza. Me alegra muchísimo ver que le ha gustado el regalo que tanto me ha costado conseguir. Antes de que sepáis que le he comprado, debéis saber que Lily adora pintar, dibujar, y todas esas cosas. De hecho, creo que adorar se queda corto. Sin embargo, cabe destacar que se le da de pena. La realidad es que dibuja fatal, pinta horriblemente mal y, el noventa y cinco por ciento de las veces, no se entiende qué es lo que ha hecho. Eso no quita que, a pesar de ser consciente de que su talento no es el arte, lo disfruta muchísimo.

No es magia, somos nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora