Capítulo 26

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Lily

Los nervios se agolpan en mi garganta, me suda todo el cuerpo, oigo el martilleo de mi corazón en los oídos. Adoro cantar, de veras que sí, pero me cuesta un mundo hacerlo delante de tanta gente. Voy a salir ahí en unos minutos, y voy a cantar una canción que me encanta y explica a la perfección mis sentimientos. Se trata de Dos amigos, de Merche. Vaaaaaleee, confieso que voy a cantarla porque me recuerda a Liam y tengo la estúpida esperanza de que reaccione cuando la escuche. No obstante, no ha llegado todavía, así que debería tranquilizarme y asimilar que no va a estar ahí.

- Ey, ¿cómo estás? - la voz de mi amiga Sally me saca de mis pensamientos.

- Nerviosa, no quiero salir ahí - digo señalando el escenario.

- De eso nada, vas a salir, vas a cantar, vas a disfrutar y, sobre todo, vas a dejarlos a todos de piedra, ¿me has entendido?

- A sus órdenes, mi capitana - me cuadro y hago un saludo militar.

- Así me gusta, soldado, descanse - responde a modo de broma.

Mi mirada vuela una vez más a la puerta, por donde espero ver entrar a mi mejor amigo. Creo que estoy siendo muy discreta, pero Sally me conoce demasiado bien y sabe exactamente en qué estoy pensando. O más bien en quién.

- Lil - murmura cogiéndome las manos - Te prometió que llegaría a tiempo y estoy segura de que lo cumplirá.

- Lo sé, lo sé - respondo nerviosa - Él nunca falla.

- Nunca, y menos a ti - me da un abraza que me reconforta muchísimo.

- Demos un fuerte aplauso a Lily Jones, que nos va a cantar Dos amigos - se oye la voz del presentador y los aplausos del público - Al escenario, señorita Jones.

- Vas a hacerlo de miedo, te quiero - Sally me da un corto abrazo y me empuja para que salga.

Los nervios vuelven a agolparse en mi estómago y siento un fuerte nudo en la garganta. Llego al centro del escenario, donde me siento en el taburete que hay enfrente del micrófono y cojo la guitarra. Tomo una gran bocanada de aire y me dejo llevar, empiezo a cantar, a cantarle a él.

Puede parecerte extraño, sé que lo conoces hace muchos años

Hablo de mi amor, de mi gran amor

Y es que yo quiero contarte, saber lo que piensas, si estás de mi parte

Y que hables con él

Y que le digas que valoro su amistad, pero quiero mucho más

Justo en ese momento, cuando voy a empezar a cantar el estribillo todo mi cuerpo sabe que Liam ha llegado, que está ahí, escuchando una canción que, aunque no haya escrito yo, expresa todo lo que siento por él, todo lo que siempre he sentido y he callado, por miedo, por cobardía, por no querer perderlo.

Que somos nada más que dos amigos solo

Con eso no me basta, yo lo quiero todo

Yo quiero que me deje poco a poco, quererle

Y dile que me muero con imaginarlo

Que siempre me estremezco solo con rozarnos

Que sueño cada noche con que quiera, quererme, quererme

Se me empañan los ojos, no puedo evitarlo. Esas frases siempre tienen un gran eco en mí, porque describen a las mil maravillas todo lo que siento. No obstante, las líneas que debo cantar ahora son, sin duda, las más duras para mí, las más crudas, la que hacen que mi corazón sepa que debe asumir la dolorosa realidad, ya que me recuerdan a esa maravillosa noche en la que sentí que todo iba a cambiar entre nosotros, pero me di de bruces con la verdad.

No es magia, somos nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora