Capítulo 9

29 8 14
                                    

Liam

Acabo de llegar a la puerta de mis adorables vecinos, los Jones. Quedan quince minutos para la una de medio día, hora a la que he quedado con Lily. Tengo el día preparado al milímetro. Primero, iremos a Francis Street Beach, donde comeremos la ensalada de pasta y el pastel de manzana que mi madre nos ha preparado. Luego, nos acercaremos a Salt Marsh Way Beach, un lugar que a ella le encanta. Siempre dice que es el mejor sitio de toda la isla para dibujar, así que he cogido algunas pinturas para que pueda hacerlo. Más tarde, compraremos unos helados y nos iremos a Lily Pond Park, nuestro parque, donde espero que podamos pasar la tarde charlando, leyendo o haciendo cualquier cosa que le apetezca. 

La verdad es que estoy algo nervioso, ya que llevo mucho tiempo actuando de un modo extraño con Lily. La realidad es que me siento un capullo integral con esta situación, sé que todo ha sido por mi culpa y, sobre todo, sé que ella no se merece nada de esto. Además, la echo muchísimo de menos: su risa, sus abrazos, pasar tiempo juntos. Por eso he decidido dejar de comportarme como un imbécil, pero esta vez de verdad. Voy a aprovechar el día de hoy para demostrarle que nuestra amistad es lo más importante para mí y para disculparme por mi actitud de mierda.

Después de un par de respiraciones profundas, me armo de valor y llamo al timbre. Unos segundos más tarde, mi segunda madre, abre la puerta y, a una velocidad pasmosa, me envuelve entre sus brazos y me llena la cara de besos. 

- Ay, Liam, cielo, ¡qué ganas tenía de verte por aquí! - sigo atrapado entre sus brazos mientras entramos en el salón - Cada día estás más guapo. 

- Linda, cariño, estás espachurrando al chico - ríe Louis - Hola, hijo - me saluda con una palmada en la espalda - Lily bajará enseguida. 

- Gracias - respondo sentándome en el sofá - ¿Cómo estáis?

- Muy bien, cielo - responde Linda con una sonrisa - Vamos a comer a casa de tus padres.

- Sí, Anne ha hecho tarta de manzana, sería un pecado no ir - brome su marido.

- Ha hecho como tres tartas - explico - Aunque debo decir que una es para mí y para Lily, así que os las tendréis que apañar con las otras dos. 

- ¿He oído tarta de manzana? - la dulce voz de Lily nos hace girar la cabeza a todos para ver como baja por las escaleras. Está... preciosa - ¡Qué hambre!

Me quedo embobado mirándola. Se ha puesto un vestido corto de tirantes con un estampado de margaritas, se ha recogido su melena castaña en dos trenzas que caen sobre sus hombros y se ha calzado unas converse de color blanco. Yo creo que es imposible estar más guapa... Cuando me quiero dar cuenta, ha llegado a mi lado, se pone de puntillas sobre sus pies y deja un beso en mi mejilla.

- Hola, Liam - a continuación me abraza hundiendo su cara en mi cuello - Te echaba muchísimo de menos - murmura, de modo que soy el único que la ha oído. 

- Y yo a ti, Lil. 

- ¿Qué planes tenéis, chicos? - pregunta Linda, haciendo que nos separemos. 

- Pues vamos a ir a la playa y por la tarde en Lily Pond Park - explico sonriendo. 

- Espero que todo eso incluya helando, Wilson - sonríe divertida mi amiga. 

- La duda ofende, Jones. 

- Bueno, pues venga, pasadlo muy bien, cielitos - Linda nos da un beso a cada uno.

- Disfrutad, chicos - ese es su padre.

Después de la despedida, emprendemos nuestro camino hacia la playa. Hace un día fantástico, se nota que ya estamos en plena primavera, casi en mayo de hecho. El camino se nos hace corto, como siempre. No hemos parado de bromear, de reír, de recordar anécdotas de nuestra infancia. Al llegar, tiendo una toalla y empiezo a sacar la comida y la bebida. 

No es magia, somos nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora