Los lloriqueos de Mariano se hacían pequeños conforme él se alejaba del salón, acompañado de su madre y siendo perseguidos por la matriarca de la familia, casi suplicando que se quedasen a hablar."Señora, ¡por favor!"
Mirabel salió detrás de ella.
"¡Abuela, espera! Debe de haber una explicación" Justo después de que ella saliera, se apartó, pues su familia arrancó fuera del comedor.
"¡Te odio!" Dijo Isabela.
"¡Ay, no sirvo para nada!" Lloriqueo Luisa.
"¡Luisa!" Agustín le persiguió.
Y por último, Pepa salió, siendo perseguida por una pequeña nube que simulaba una tormenta.
"Pero, ¡¿Qué hiciste?!" Preguntó histérica, en dirrección a Mirabel.
"¡De verdad no estoy haciendo nada!" Su voz pareció quebrarse, pero más que eso, parecía estar cansada "¡Es la visión de Bruno! Es. . ." Interrumpió lo que tenía que decir tras una quinta voz.
"¡Mira, no tienes que dar explicaciones!" Salio completamente empapada, (N). Llegando a tomar su antebrazo, jaló levemente de el para que le mirase y así hizo "Lo que haya sucedido no es tu culpa, lo que se haya visto seguramente sólo sea una ilusión, producto del nerviosismo de que todo saliera. . . bien, en la cena" Tragó duro.
"No, (N). ¿Es que no lo entiendes? Esto no es una ilusión, como ya dije esta no es nada más que una visión de Brun. . ." Nuevamente se vio interrumpida, ahora tras los chirridos de las ratas que pasaba corriendo cerca de sus pies.
Ambas bajaron la mirada, extrañadas ante la prisa con la que los pequeños roedores corrían hacía las escaleras de la planta alta. Algo les llamó la atención, y es que cada una de ellas llevaban una de las piezas brillantes de la visión de Bruno.
Se miraron entre sí, transmitiendo con sus miradas lo que ambas harían a continuación. (N) suspiro, sabía que no podría negarse ante la curiosidad e insistencia de Mirabel.
Aunque muy en el fondo la curiosidad también le picase, ella jamás lo admitiría.
Subieron las escaleras con prisa, esas pequeñas escurridizas eran rápidas, por lo que al girar en una de las esquinas del corredor perdieron el rastro.
"¡Que jartera, las perdimos! Ni modo, supongo que tenemos que regresar y. . ." Dispuesta a irse, se dio la vuelta y levantó una de sus piernas para avanzar. Mirabel le detuvo tomándole por el cuello del polo cuando nuevamente un chirrido se escuchó. Suspiró cabizbaja, eso iba para más.
Ambas se acercaron al retrato por donde la rata se había ido, Mirabel se arrodilló a los pies de esta y con su dedo índice, la empujó. Crujio, demostrando que esta estaba sobrepuesta de alguna manera.
Se levantó y tomó del marco de la pintura para jalarla así si, sorprendentemente está se abrió como si fuera una puerta, descubriendo el gran y profundo hueco en la pared que está cubría.
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𝗜𝗚𝗨𝗔𝗟 𝗔 𝗨𝗡𝗔 𝗣𝗘𝗢𝗡𝗜́𝗔 | 𝗜𝗦𝗔𝗕𝗘𝗟𝗔
Romance- ̗̀❪❪ 𝗘𝗡𝗖𝗔𝗡𝗧𝗢 | 𝗜𝗦𝗔𝗕𝗘𝗟𝗔 𝗠𝗔𝗗𝗥𝗜𝗚𝗔𝗟 Siempre estaré enamorada de vos, no habrá día en que no te diga el cuánto te amo y el como el significado de una simple flor, siempre será mi mundo a tu alrededor. Hoy de doy está peonía, pu...