᠆Que simple recuerdo..

1K 73 42
                                    

Nota de la Lluvia: Este episodio no sigue la historia original en si, este solo es un recuerdo o un suceso no contado ocurrido durante los capítulos o antes de ellos.

Este capítulo puede ser pasable por no contener parte de la historia principal pues cuenta el contexto del como el tío de ________ desapareció y los sucesos antes de ello.

⚠️ Una pequeña advertencia dare pues en este capítulo hay una ligera discriminación y falta de respeto hacia alguien homosexual, si molesta o hiere a alguien, por favor no lo leas.

Tambien recuerda disfrutar de tu lectura y no te olvides de comentar, pues yo reviso una que otra vez los comentarios y me llevo gracias a ello una que otra risilla. 👀

Sin más que decir.
Comencemos.

Comencemos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Esa vez el sol ya había sido ocultado por las grandes montañas que rodeaban a el "Encanto"; el cielo tintado de un hermoso anaranjado y con tornasol morado, daba a entender que pronto estaría por anochecer.

Una fresca brisa inundada el lugar, pues por fin el cambio de estación estaba ya por llevarse acabo y así, haciendo de los días cálidos fríos y frescos para cualquiera, en especial por el joven adulto que corría contra el viento, en dirección a la gran casa de los "Madrigal" en busca de encontrarse, como ya era de costumbre, con su mejor amigo y el dueño del gran corazón de pollo que poseía el joven Beltrán.

Su torpe trotar rindió frutos en cuestión de tiempo, milagrosamente había logrado llegar a las grandes puertas de Casita y en busca de ser refugiado en esta, golpeo las puertas con sus nudillos poniendo una ligera fuerza en estos, pues el aire frío comenzaba a enfriar sus piernas flacas ua que el aire tramposo se escabullia por debajo de sus pantalones, maldiciendo por no haber llevado unos pantalones pegados en ese momento.

La puerta no tardo en abrirse, dando con uno de los Madrigal que justamente era el chico con quién esperaba encontrarse. Bruno, el lindo castaño oscuro cambió la expresión neutral que llevaba consigo a una sumamente contenta y emocionada; apunto de tomar la mano del Beltrán se tuvo que detener al notar la caja que llevaba en sus manos, así que haciéndose a un lado de la puerta, dejó pasar al mayor entre los dos dejando que la puerta se cierre tras haber dejado pasar al Beltrán.

― ¡H-hola, Bruno! ──Saludo el más alto, con sus mejillas encendidas y con una pequeña e torpe sonrisa.

― ¿Qué tal, Samuel? ──Saludo de vuelta el más bajo, pasando uno de sus rizados mechones de pelo detrás de su oreja.

― Diría que bien, si no estuviera muriendome de frío. ──Admitió con vergüenza.

― ¿Quieres una manta o un chocolate caliente? Podría traerlo.

― No, no es necesario. ──Por dentro, el joven moría por un poquito de calor de parte de lo ya dicho por el Madrigal, pero decidió no molestarlo con esa petición.

𝗜𝗚𝗨𝗔𝗟 𝗔 𝗨𝗡𝗔 𝗣𝗘𝗢𝗡𝗜́𝗔 | 𝗜𝗦𝗔𝗕𝗘𝗟𝗔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora