Capítulo 17: Cambio de humor.

1.5K 121 43
                                    

El amor, un gran sentimiento interminable, un sentimiento que cualquiera puede tener presente en sus vidas incluso sin darse cuenta de el

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El amor, un gran sentimiento interminable, un sentimiento que cualquiera puede tener presente en sus vidas incluso sin darse cuenta de el.

Un inmenso fuego que abrasa con belleza la fealdad de uno, volviendo el mundo un completo paraíso ante la presencia de este eterno y apreciado amor.

Pero no todo es color de rosa, pues lamentablemente la sociedad se a vuelto tan cerrada que exigen a los demás seguir las mismas ideales que ellos, haciendo que ese amor solo sea permitido bajo lo que está correcto y lo que no.

Juzgado por muchos, despreciado por otros, odiado por algunos cuantos por el mero hecho de generar incomodidad o la desconfianza hacia este tipo de personas. Teniendo un miedo irracional por no comprenderlos y algunos de ellos porque van encontra de sus creencias religiosas, y negativas.

Mi amor no es como el de los demás, es prohibido. Mi amor es prohibido porque a ojos de todos somos repugnantes e extrañas; mi amante prefiere mantenerlo oculto para evitar las malas miradas que puedan lastimarme y junto con ello, los murmullos en donde expresarían el disgusto de vernos juntas.

Nunca me ha importado lo que hablen los demás de mi, como bien decía mi tío, "el que envidia no progresa". Pero por la mujer que amo haría cualquier cosa, como esperarla hasta que las aguas estuvieran calmadas en su familia, pues tras el cercano cumpleaños del menor de los Madrigal, todo esta patas arriba; en especial porque estaría cumpliendo sus 5 años, la edad en donde a los infantes de la familia se les otorgaba un maravilloso don que podría ser beneficioso para todo el pueblo, aún que eso implicara darle grandes responsabilidades a su corta edad, como a la mayoría de los Madrigal, que a causa de estas terminan siendo inseguros, con depresión, ansiedad o con un gran estrés.

Quiero lo mejor para ella, al igual que ella quiere lo mejor para mi; aunque estoy verdaderamente contenta por lo bien que nos ha estado llendo en nuestra relación. He conocido a una Isabela completamente diferente a la que conocía y me he enamorado más de lo que ya estaba, estar con ella es un sueño hecho realidad.

― ¿Estás bien? Has estado sonriendo todo el día como tonta enamorada. ──Comento Isa teniendo como consecuencia sacarme de mis pensamientos

― Claro que lo estoy y además, estoy enamorada, así que no puedo evitar sonreír cada que estoy con mi chica. ──Dejé un beso fugaz en su mejilla, cosa que pareció gustarle, pero a la vez molestarle

― ¿Así?, entonces dime. ──Se cruzo de brazos mientras me interrogaba de arriba abajo con la mirada── ¿Quién es tu chica?

― Michelle.

Gracias a mi gran ingenio y intelecto, terminé recibiendo un golpe en mi hombro de su parte. No entiendo porque le molesta si ella ya sabe la respuesta a su misma pregunta, esto es maltrato animal.

― ¡Auch, oye!, ¿Por qué me pegas? ──Pregunte mientras sollozaba y sobaba de mi hombro izquierdo, tal vez comenzaba hacer un drama

― Pir qui mi pigis, ñiñiñi.. ──Dijo ella con un tono aniñado, moviendo sus hombros levemente como si me imitará

𝗜𝗚𝗨𝗔𝗟 𝗔 𝗨𝗡𝗔 𝗣𝗘𝗢𝗡𝗜́𝗔 | 𝗜𝗦𝗔𝗕𝗘𝗟𝗔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora