En Seúl se encuentra la mafia más poderosa y peligrosa de nombre 실버 문 silbeo mun (Luna de plata) , pero sus miembros al tener un límite de edad decidieron entregársela a sus hijos.
Los jóvenes comienzan a relacionarse para ser "amigos" y buenos comp...
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—¿Como sabes mi nombre? – mi voz temblaba y lo único que queria era salir de ahí.
—Ohh Lixie, tengo mis conocidos.. Así como también estoy al tanto de todo lo que sucede; por algo me dicen el futuro líder superior– su mano tocaba mi mentón, el tono de su voz era como el de un coqueteo...me daba escalofríos; tome su mano y la aparte.
—No me toques Jung...– musite antes de dejar de tocar su mano.
—¿El pequeño lixie esta temeroso por tener a una celebridad cerca? ... ¿Quieres un autógrafo en el brazo? – dijo sarcásticamente mientras sacaba un cúter de su bolsillo.
—¡No me toques con esa mierda! – exclame mientras agitaba mi piernas tratando de alejarlo.
—Si sigues gritando y haciendo drama te lo enterrare en la sien– me amenazó el contrario con voz autoritaria, pude sentir como mi estómago se revolvía del miedo así que solo obedeci quedandome callado y quieto.
Vi como guardaba el cúter y me desataba las piernas, se apartó lentamente dándome el permiso de levantarme.
—¿Ya sabes que hacer verdad pequita?– me apuntó con el revólver una vez más.
—Si Jung Woo Young...– musite antes de mirar el revólver.
—Buen chico, ahora lárgate de aquí... – señalo la puerta y sin pensar dos veces corrí hacia aquella salida, mis barbilla temblaba.. No podía creer que había estado frente a frente con el chico más sanguinario de la mafia.
Subi las escaleras de emergencia, los escalones los subía de dos en dos; evitando a cualquier persona que estuviera. Era obvio que eran guardias de Woo Young así que solo me quite el chaleco antibalas mientras corria y lo tire en las escaleras.
Llegue a la puerta por donde entre y la patee fuertemente para poder salir, corrí hacia el lugar donde se encontraban los chicos; mis ojos se nublaron al ver que Chan y Min-ho estaban bien al igual que Jeong-in quien solo tenía una venda en el brazo; y por otro lado Ji-sung y Seungmin estaban maldiciendo al equipo de comunicación.
Toque mi oreja, al parecer los muy malditos me habían quitado mi audífono y microfono.
Llegue a la mesa portable que los demás habían armado, tire la glock en el metal haciendo que el golpe resonara; llamando la atención de los siete jóvenes al mi alrededor.
—¡Felix!– exclamó Christopher al momento que me vio, las lágrimas no tardaron en rodar por mis mejillas alarmando al mayor —¿Que pasó? ¿Te hicieron algo? Lo último que logre ver mientras me sacaban moribundo del sótano fue que alguien te subió a su hombro...– añadio.
—C-Chris... Llama a Seo... Necesito decirles algo... – musite antes de ver cómo el mayor se alejaba.
Vi como Hwang se acercaba a mi, su mano se poso en mi hombro y su cara de seriedad me generaba extrañamente un sensación de paz.
