•Alguien conocido.•

224 13 41
                                    

Eran las 6:00 de la mañana, el dulcero estaba empezando a abrir sus ojos. Ya se tenía que ir a trabajar, aparto al vampiro que estaba con el, le dio un suave beso en su frente y fue a darse una ducha. Después, se vistió y se dirigió a su trabajo. Al llegar, encendió las luces de aquella tienda y se puso atrás de el mostrador, su "infierno" había comenzado. Mientras tanto, en la casa de esos dos, Streber apenas se estaba despertando. El joven que ahora tenía el pelo desordenado dio un gran bostezo y se estiro un poco. Fue a lavarse la cara y a hacerse algo de desayunar, mientras se estaba preparando un poco de pan tostado, su teléfono estaba sonando. Era Kevin, Streber tomo su teléfono y atendió la llamada.

Streber: ¡Hola Kev!

Kevin: Hola, Streber.

Streber: ¿Cómo estas? ¿Ya estas en tu trabajo?

Kevin: Si, aunque con algo de hambre.

Streber: ¿No desayunaste?

Kevin: No, normalmente no desayuno.

Streber: Te voy a llevar algo, no puedes estar sin desayunar.

Kevin: Jeje, de acuerdo, bueno, quería saber si podríamos ir a algún lugar a pasear o algo. ¿Tal vez al parque?

Streber: ¡Claro! Además, estoy muy aburrido. ¿Después de tu trabajo?

Kevin: Si, saldré algo temprano hoy.

Streber: ¡Bien! Nos vemos esta noche, ¡adiós caramelito!

Kevin: ¡Ya te dije que no me digas así!

Streber: Aw, ¿por qué?

Kevin: E-Es solo que me da vergüenza ese apodo.

Streber: Bien, voy a parar, por hoy.

Kevin: Bueno, supongo que es mejor que nada.

De pronto, un ruido de fondo se escucho.

Kevin: Oye, parece que algo se quema.

Streber: ¿Qué? ¡Ah, mier-!

Y de pronto, la llamada se había cortado, Kevin solo esperaba que la casa no se incendiaria. Después de varias horas, el dulcero al fin se podía ir. Kevin apagó todas la luces encendidas y cerró la tienda. Se fue a su casa y el vampiro lo estaba esperando.

Streber: ¡Al fin llegaste!

Kevin: Si, perdón.

Streber: No importa, ve a cambiarte, o se va a hacer mas tarde.

El dulcero fue tan rápido como pudo y se cambio por una ropa mas cómoda. Después, Streber y Kevin iban agarrados de la mano paseando por aquel parque donde habían compartido uno de sus recuerdos mas hermosos. El vampiro, mientras miraba a los lados, se encontró de nuevo con el lugar donde ellos dos habían tenido su primer beso.

Streber: ¡Mira Kevin!

El dulcero volteó rápido para después encontrarse con la pequeña colina donde, según el recordaba, habían tenido momentos maravillosos.

Kevin: Oye. ¿Qué no fue ahí donde...?

Kevin se quedó callado y se estaba sonrojando, estaba recordando aquel momento, simplemente no podía decirlo. Mientras que, el vampiro lo miraba con una sonrisa burlona.

Streber: No entiendo por qué siempre te pones tan nervioso. Ven, vamos.

Entonces, Streber jaló a su pareja de la mano y fueron a sentarse en ese lugar tan lindo. Los dos se estaban agarrando de las manos y estaban viendo el cielo que estaba repleto de bellas estrellas.

𝕃̲𝕠̲𝕧̲𝕖̲ 𝕆̲𝕗̲ ℂ̲𝕒̲𝕟̲𝕕̲𝕪̲ ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora