𝕃̲𝕠̲𝕧̲𝕖̲ 𝕆̲𝕗̲ ℂ̲𝕒̲𝕟̲𝕕̲𝕪̲ ♡

•Noche lluviosa.•

Eran las 6:00 de la mañana, el dulcero ya se tenía que ir a trabajar. Pero en vez de levantarse para ya vestirse se quedó unos minutos en silencio y con los ojos cerrados ¿por qué no se levantaba? Bueno, la culpa la tenía un pequeño vampiro. En lo único en lo que podía pensar era en él, en su torpeza, en su sonrisa, Kevin se había enamorado de Streber, estaba muy claro. Pero de todos modos se tenía que levantar. Tomo una ducha rápida y se vistió para ya irse a su trabajo. Ya estando adentro de ese local que tanto odiaba empezó a trabajar, lo de siempre, atender clientes, lidiar con clientes molestos, niños, pero bueno, no había nada que pudiera hacer. Después de muchas horas que para Kevin eran como años al fin solo le faltaban 10 minutos para cerrar, pero esos 10 minutos se habían echo mucho mejores para él, Streber había entrado al lugar para ir corriendo a saludar a su amigo.

Streber: ¡Hola Kevin!

Kevin: Hola Streber, ¿quieres algo?

Streber: En realidad, solo quería hablar un rato contigo. Estoy muy aburrido estos días.

Kevin: Je, ¿se puede saber por que?

Streber: Hm, por que no eh salido contigo, me agrada estar cerca de ti.

Kevin: A-Ah, ok.

Kevin ya se había puesto muy nervioso y también se había sonrojado, aunque el no podía negar que también le agradaba estar cerca de él.

Streber: Bueno, en fin, creo que ya me voy, ya vas a cerrar de todos modos ¿no?

Kevin: Ah, sí.

Streber: Bueno, supongo que ya me voy. ¡Adiós Kevin!

Kevin: Adiós.

Streber estaba apunto de salir, pero se dio cuenta de que estaba lloviendo, y muy fuerte.

Streber: Dios, esta lloviendo muy fuerte.

Kevin: ¿Qué? ¿Es en serio?

Kevin apenas se había percatado de que estaba lloviendo.

Kevin: Si te vas ahora te vas a resfriar.

Streber: Ni modo.

Kevin: ¡Oye! Conozco un lugar aquí cerca donde te puedes quedar un rato mientras pasa la tormenta, aparte, es mas acogedor que estar aquí.

Streber: Bueno, ¿pero y tú? ¡Ven conmigo!

Kevin: A-Am, esta bien.

Streber: Aparte no se donde esta.

Kevin: *Riendo* Si es cierto, déjame acompañarte.

Kevin después de decir aquello se apresuro a apagar las luces de la tienda y cerrarla para ya irse. El dulcero y el vampiro se apresuraron a irse al lugar que Kevin decía. Era una pequeña cafetería, era un lugar bastante acogedor, con colores cafés y despedía un olor a café y también a té, qué, para ser sinceros, olía increíble. El par se sentó en una mesa cerca de una ventana, solo se oía el sonido de gente hablando, era muy relajante estar ahí.

Streber: ¡Es muy bonito este lugar!

Kevin: Es cierto, aquí vengo de vez en cuando.

Streber: ¿Por que no supe de este lugar antes? Es precioso.

Kevin: Bueno, es que este lugar no es muy conocido, siempre esta muy escondido.

Streber: Se ve, es un lugar pequeño.

Kevin: Bueno, ¿vas a querer algo? Yo invito.

Streber: Bueno, si hay té por supuesto.

Mientras esperaban a alguien que los atendiera empezaron a hablar de diferentes cosas, hasta que al fin una señorita algo callada a tomar su orden.