•Fiesta.•

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Era un día como cualquier otro, el sol brillando, el cielo azul, y con nuestros dos protagonistas durmiendo pacíficamente. El dulcero empezó a abrir lentamente sus ojos, aún somnoliento, bostezo y se levantó para ir a la cocina. Mientras Kevin hacía el desayuno, Streber apenas estaba abriendo los ojos, ya mas despierto tomó su teléfono para ver que hora era. Cuando lo prendió, se dio cuenta de que tenía por lo menos 20 notificaciones, todas de Radford, algunos mensajes de texto a las 2 de la mañana, otras a las 3 de mañana preguntando cosas como "¿Estas despierto?" Y algunas llamadas perdidas. Decidió que lo llamaría mas tarde, después de todo, aún no había desayunado.

3 horas después después...

Era ya la una de la tarde, el vampiro estaba viendo una película junto al dulcero, hasta que recibió una llamada de Radford. Se le había olvidado por completo que lo llamaría mas tarde.

- Hola Streb.

- ¡Hola Rad! ¿Qué pasa?

- Quería saber si tenías algo que hacer en la noche, organizare una fiesta y quería ver si tu y Kevin podían venir.

- No lo sé, probablemente Kevin no quiera. Aunque a mi me encantaría.

- Bueno, no importa, la fiesta será alas 9:00 de la noche. En mi casa, ¡adiós!

- Adiós Rad.

Streber colgó y siguió viendo la película junto a Kevin.

- Voy a ir contigo.

- ¿Qué? ¿En serio?

- Si, no te dejaré ir solo, lo mas probable es que te metas en problemas.

- ¡Oye!

El vampiro se enojo y le dio un pequeño golpe en el hombro al dulcero, quién se empezó a reír ligeramente y solo dejo un beso en la mejilla de el.

Algunas horas después...

Ya eran las 8:45 de la noche, los dos se estaban preparando para ya irse.

- ¿Crees que haya mucha gente Kev?

- Es lo mas probable, Radford tiene muchos amigos.

Después de unos cuantos minutos, los dos ya estaban listos para irse. Después de estar caminando un par de minutos, llegaron a la casa de su amigo de lente y tocaron la puerta y Radford abrió.

- ¡Hola chicos!

- Hola Rad.

- Bueno, no se queden ahí, ¡pasen!

Los dos pasaron y estaba lleno de personas, algunas platicando, otras bailando y otras solo sentadas tomando algo de ponche que había ahí. En una mesa que había ahí se encontraba Rick, tomando un vaso lleno de agua, Streber y Kevin se acercaron a saludar.

- ¡Hola Rick!

- Oh, hola chicos.

- ¿Comó has estado?

- Como siempre Kevin, con ganas de morir.

- ¡Rick! Sabes que no deberías decir eso.

- Igual yo.

El dulcero se rio un poco, pero al vampiro no le hacían gracia esos comentarios.

- ¡¿Tu también?!

- ¿Te vas a enojar solo por eso?

Streber solo se volteó molesto, con intenciones de ignorarlo, pero Kevin lo abrazó y dejo un beso en su mejilla, era muy fácil hacer que el vampiro ya no estuviera enojado.

- Gays.

Rick dijo.

- ¡Callate!

- Pero tiene razón Streb.

𝕃̲𝕠̲𝕧̲𝕖̲ 𝕆̲𝕗̲ ℂ̲𝕒̲𝕟̲𝕕̲𝕪̲ ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora